La lenta pero inexorable subida del nivel del mar

La lenta pero inexorable subida del nivel del mar

Por José Miguel Viñas

El meteorólogo José Miguel Viñas explica cómo está afectando el calentamiento global al aumento de nivel de los océanos. Se experimenta una subida de unos pocos mílímetros al año, lo que puede no ofrecer imagen de peligro. Sin embargo, ese ligero aumento provoca graves alteraciones. Cada milímetro de subida se traduce en un incremento apreciable en la magnitud del impacto que provoca una marea viva, una borrasca o un huracán

Teniendo en cuenta que aproximadamente un 40% de la población mundial vive en zonas costeras, tiene particular interés saber cómo puede evolucionar el nivel del mar a lo largo del presente siglo; en particular, el alcance y magnitud de la subida que ya está en marcha y los impactos que irá teniendo y que, previsiblemente, serán cada vez mayores y más evidentes.

El hecho de que la tasa de la subida actualmente se cuantifique en unos pocos milímetros al año, puede llevarnos a pensar -de forma equivocada- que no es una amenaza real, ya que, si se mantiene ese ritmo, tendrán que transcurrir muchos años hasta que esa subida supere en bastantes centímetros (décadas), o incluso varios metros (siglos), el nivel marino actual.

Una carretera invadida por el aumento del nivel del mar. | FOTO MainlanderNZ
Una carretera invadida por el aumento del nivel del mar. | FOTO MainlanderNZ

«El nivel del mar seguirá subiendo en las próximas décadas, debido a la gran inercia térmica de los océanos»

Nos equivocamos con esto, si pensamos así. La milimétrica subida anual comienza a tener consecuencias palpables en muchos litorales, en forma de erosión, inundación de humedales, salinización de suelos y acuíferos y cambios en los hábitats de un sinfín de seres vivos, incluidos nosotros; debido, fundamentalmente, a los lugares inapropiados donde urbanizamos (la cotizada primera línea de playa).

Si bien las mareas y los temporales marítimos son los fenómenos encargados de provocar esas alteraciones, cada milímetro de subida se traduce en un incremento apreciable (medible) en la magnitud del impacto que finalmente provoca una marea viva, la borrasca o el huracán de turno.

El nivel del mar no es el mismo en toda la Tierra, debido a que la atracción gravitatoria no es exactamente igual en toda la superficie terrestre. Esa es la razón por la que se define un nivel medio del mar (MSL). Esta referencia se emplea, además, para determinar la elevación de las distintas localidades y accidentes geográficos.

No hay un criterio único y universal para fijar ese nivel medio. Varía en función de los países. Lo que se hace en todos los casos es promediar las oscilaciones a las que se ve sometida la superficie del mar cuando las aguas están poco agitadas (sin grandes olas), durante un período prolongado de tiempo (de varios años) para compensar así los efectos debidos a las mareas y el oleaje. Para medir esas oscilaciones se emplean mareógrafos.

 “La milimétrica subida anual comienza a tener consecuencias palpables en muchos litorales”

 

Proyecciones climáticas de la subida del nivel del mar hasta finales de siglo según los escenarios SSP5-8.5 (muy altas emisiones) y SSP2-2.6 (bajas emisiones) planteados por el IPCC en la parte del Grupo de Trabajo I de su Sexto Informe (AR6). En la figura también aparecen las contribuciones a la subida en 2018, 2050 y 2100. Fuente: IPCC (AR6).
Proyecciones climáticas de la subida del nivel del mar hasta finales de siglo según los escenarios SSP5-8.5 (muy altas emisiones) y SSP2-2.6 (bajas emisiones) planteados por el IPCC en la parte del Grupo de Trabajo I de su Sexto Informe (AR6). En la figura también aparecen las contribuciones a la subida en 2018, 2050 y 2100. Fuente: IPCC (AR6).

El MSL es una variable compleja, cuyos cambios no obedecen a una sola causa. En la actualidad, el calentamiento global es su principal modulador, pero no el único. Hay regiones oceánicas y costeras donde se registran bajadas del nivel marino, pero son la excepción a la regla; la tendencia general es a subir, lenta pero inexorablemente.

El principal factor que contribuye a la subida es la expansión térmica del agua oceánica, seguida por los aportes de agua provenientes de la fusión de los glaciares. En lo que llevamos de siglo están cobrando una relevancia creciente las aportaciones de agua de deshielo tanto de Groenlandia como de la Antártida (en particular, de las grandes plataformas de hielo de su parte occidental).

«Las consecuencias de una subida de medio metro ya serían traumáticas. Las de casi un metro, devastadoras»

Tal y como podemos ver en la figura que acompaña estas líneas -tomada del Sexto Informe del IPCC (AR6)-, con independencia de que nos encaminemos por un escenario de bajas emisiones (deseable) o por el de muy altas emisiones, las aportaciones de agua procedente del deshielo se convertirán en el principal contribuyente a la subida del nivel del mar a lo largo del presente siglo.

Si lográramos avanzar por la senda del escenario de bajas emisiones, a finales de siglo el MSL estaría en torno a medio metro más alto que a principios de la década de 1970, mientras que en el de muy altas emisiones la subida sería casi el doble, situándose como mínimo alrededor de los 70-80 cm. Las consecuencias de una subida de medio metro ya serían traumáticas. Las de casi un metro, devastadoras.

Cambios en el nivel medio del mar entre 1992 y 2019. Mapa elaborado a partir de datos de los satélites TOPEX/Poseidon, Jason-1, Jason-2 y Jason-3. Crédito: NASA
Cambios en el nivel medio del mar entre 1992 y 2019. Mapa elaborado a partir de datos de los satélites TOPEX/Poseidon, Jason-1, Jason-2 y Jason-3. Crédito: NASA

El abanico que plantea el IPCC con los cinco posibles escenarios de emisiones que contempla es amplio. La única certeza que tenemos es que, en cualquiera de ellos, incluso en el más favorable -ya casi inalcanzable-, de muy bajas emisiones, el nivel del mar seguirá subiendo en las próximas décadas, debido a la gran inercia térmica de los océanos y al imparable proceso de deshielo puesto en marcha. Lo ha venido haciendo desde que finalizó la última glaciación, pero se detecta una aceleración en el proceso. El Sexto Informe del IPCC (AR6) señala que “aumentó en 0,20 [0,15 a 0,25] m durante el período de 1901 a 2018, con una tasa de aumento que se ha acelerado desde la década de 1960 a 3,7 [3,2 a 4,2] mm año para el período 2006–2018 (confianza alta). La actividad humana fue muy probablemente el principal impulsor del aumento del MSL observado desde 1970”.

Debido a las inercias antes apuntadas, aunque pongamos en práctica medidas urgentes y enérgicas de mitigación del calentamiento global, no lograremos detener la inexorable subida del nivel del mar, pero sí que podemos conseguir frenar su aceleración, lo que a largo plazo se traducirá en unos impactos menos devastadores y más margen de tiempo para acometer medidas de adaptación en las zonas costeras más vulnerables.


José Miguel Viñas es meteorólogo en Meteored.




Otras noticias destacadas