El divulgador medioambiental José Luis Gallego nos da una serie de consejos para que estas Navidades, época de consumismo por excelencia, sean lo más sostenibles posible. ¡Por unas fiestas más verdes!
Cuidar y proteger el medio ambiente no está reñido con la celebración de la Navidad. Tan solo basta con revisar algunas costumbres y poner en práctica algunos cambios de hábitos a la hora de consumir.
El árbol, mejor natural


Aunque a muchos les pueda parecer lo contrario, el consumo de árboles de Navidad es más ecológico que la compra de árboles de plástico. Además con ello apoyamos a una industria forestal sostenible, que fomenta la economía rural y beneficia a las comunidades de montaña. Mientras los pinos y abetos están en las fincas de cultivo actúan como sumideros de CO2, por lo que ayudan a mitigar el cambio climático. Además, durante su rotación acogen una rica biodiversidad. Cuando pasan las fiestas lo mejor es depositarlos en los puntos de recogida que habilitan los ayuntamientos para su valorización como abono o manto de cultivo.
Juguetes sin plástico
Los juguetes de plástico invaden el mercado por estas fechas y buena parte de ellos requieren el consumo de pilas y baterías, cuyo vertido incontrolado causa un grave impacto en el medio ambiente. Desde hace unos años, y para atender a un tipo de consumidor cada vez mas concienciado con la ecología, están reapareciendo los juguetes tradicionales, elaborados con madera, telas o cartón. Marionetas, rompecabezas, trenes de madera, construcciones, peonzas, instrumentos musicales… además de reducir el plástico con ellos despertamos su imaginación.
Regalos solidarios
La solidaridad y la fraternidad entre los seres humanos son dos de los espíritus navideños que cabe rescatar. Ayudar a las organizaciones humanitarias que trabajan en favor del medio ambiente o que ayudan a las comunidades locales en países del tercer mundo, puede ser una buena manera de recuperar ese espíritu. Estas fiestas podemos regalar productos solidarios de las ONG que trabajan en el tercer mundo: prendas naturales, adornos personales, juguetes artesanos, moda étnica, objetos reciclados, etc. Los encontraras en los comercios solidarios o en sus páginas web.
A comprar con la bolsa puesta
La bolsa de plástico es uno de los productos que mejor ejemplifica la cultura de usar y tirar. Por eso debemos practicar un consumo más responsable que nos permita reducir al máximo su uso. Si vas a comprar frutas y verduras llévate una cesta o un capazo. El resto puedes llevarlo en una bolsa de tela o de rafia. También puedes recurrir al clásico y versátil carrito de la compra: existen todo tipo de diseños y tamaños. Y si acudes a un hipermercado en coche coloca unas cajas en el maletero, son lo más práctico para llevar la compra ordenada y protegida.
Evita el usar y tirar
Las tiendas de oportunidades se inundan cada Navidad con cubiertos, platos y vasos de plástico, servilletas y manteles con motivos navideños de usar y tirar. Unos complementos superfluos que generan buena parte del derroche de recursos asociados a estas fiestas y multiplican los residuos que generamos en el hogar. La alternativa no puede ser más simple ni más sensata, tanto desde el punto de vista ecológico como económico: hacer uso de la mantelería y la cubertería de casa.
Sé listo y haz la lista
Un método tan sencillo como acudir a las tiendas y supermercados con una lista previa, en la que habremos apuntado las verdaderas necesidades de nuestra compra navideña, puede resultar muy eficaz para evitar el malgasto. Además, al evitar la compra compulsiva y practicar un consumo razonado, estaremos contribuyendo de manera directa a recortar el aumento del derroche de alimentos, que suele dispararse en estas fiestas.
Reutiliza las bolsas
Tras el intercambio de regalos de Navidad el salón de casa suele quedar lleno de todo tipo de bolsas vacías. Reutilízalas tantas veces como puedas, y cuando no vayas a usarlas más, utiliza las de plástico como bolsas de basura para los envases que van al contenedor amarillo y las de papel y cartón para llenarlas con los envoltorios de este material que van al contenedor azul. De ese estará reciclando tanto el continente como el contenido.
Recicla mejor


Con el reciclaje de cajas, envases y envoltorios favorecemos el reaprovechamiento de sus materiales y evitamos que se conviertan en basuraleza, que es la basura que acaba en la naturaleza. Recuerda que todos los de papel y cartón van al contenedor azul y los de plástico al amarillo: incluidos los moldes de porexpan que protegen a los aparatos eléctricos y electrónicos y las ventanillas de plástico de las cajas de los juguetes. Ah! y no te olvides de doblar las cajas y comprimir las botellas de PET (están diseñadas para falicitarlo) y los brics (estirando por las 4 esquinas) antes de echarlos al contenedor, así evitaremos que aparezcan llenos mientras la mitad de su contenido es aire.