El ámbito empresarial vive una evolución de los estilos de liderazgo

Dime cómo lideras y te diré quién eres

Por Eva Toledo Alarcón

El ámbito empresarial está viviendo una evolución de los estilos de liderazgo, donde las formas autoritarias del pasado son sustituidas por modelos más inspiradores y capaces de potenciar equipos. El líder motivador es accesible, humilde y trata de sacar lo mejor de quienes le rodean

Alguien dijo que la felicidad requiere de una gran capacidad para el olvido, pero creo que la memoria nos debe llevar a evitar repetir acciones y situaciones reprobables.

Sin embargo, me pregunto cómo no hemos aprendido nada de la historia, y me hace pensar aún más sobre lo trascendente de la figura del líder en el mundo político y empresarial. ¿Cómo una persona puede ser la culpable de un gran desastre o la razón de un éxito sin precedentes?

Recordemos, en primer lugar, que el líder es aquel que es capaz dirigir y conducir a un grupo a la consecución de un objetivo. Si bien esta tarea puede realizarse de maneras muy diferentes.  El líder es necesario porque no todos somos capaces de emprender o dar el primer paso, sino que hay quien necesita ser guiado y, en otros casos, quien necesita ser empoderado para dar iniciar un proyecto.

En el ámbito empresarial encontramos diversas clasificaciones sobre el estilo de liderazgo, siendo una de las más completas la que ofrece la Escuela Europea de Liderazgo, quien indica que los 10 tipos de liderazgo son: autocrático, transaccional, burocrático, orientado a las tareas, carismático, participativo o democrático, “laissez-faire”, orientado a las personas, natural y el transformacional.

«El liderazgo autoritario potencia el estricto cumplimiento de la norma y el poder desmedido sobre el grupo y carece e capacidad autocrítica y de humildad»

Sin entrar en detalle en cada uno de ellos, observamos como los dos primeros, el liderazgo autocrático y el transaccional, basan el ejercicio del liderazgo en el estricto cumplimiento de la norma, la dictadura, el ejercicio de un poder desmedido sobre el grupo y la ausencia de capacidad autocrítica y de humildad. En definitiva, son modelos autoritarios.

Por otro lado, el liderazgo burocrático y el orientado a las tareas son ejercicios plenos de reglas, con escasa participación del grupo, que  buscan el control de los procesos y del entorno de trabajo. Así, estos dos estilos buscan en esencia el cumplimiento de objetivos y denotan una escasa preocupación por el equipo y su bienestar.

En los estilos restantes –el liderazgo carismático, participativo o democrático, laissez-faire, orientado a las personas, natural y el transformacional-, la persona toma protagonismo, el equipo opina, tiene posibilidad de desarrollarse y de crecer en el grupo.

Existe un alto grado de participación y el líder es un desencadenante de ideas y un catalizador de acciones. El líder se convierte en un guía capaz de llevar al grupo a abordar y culminar un trabajo sin desfallecer, desarrollando un alto nivel de motivación, de implicación y tejiendo un sentimiento de pertenencia que se convierte en motor de avance.

“En el mundo de la empresa se dibuja un nuevo líder que poco tiene que ver con el de años atrás”

Quisiera detenerme en el último de los estilos de liderazgo listados, el liderazgo transformacional. Este, es considerado como el más puro y verdadero según los expertos en esta materia. Este enfoque se basa en la inspiración de los equipos de trabajo de forma permanente y en la transmisión de su entusiasmo al equipo. Es importante destacar que estos líderes necesitan sentirse apoyados por algunos miembros de su equipo. Esto me parece relevante por dos motivos:

  • Desaparece la figura del líder autosuficiente y capaz, sino arropado por la capacidad de algunos otros.
  • El líder muestra sus debilidades y es transparente al respecto, obteniendo el respeto del grupo precisamente por su cercanía y humanidad.

«En el liderazgo transformacional la capacidad de comunicación es una habilidad clave»

En el liderazgo transformacional añadiría la capacidad de comunicación como una habilidad clave. Una comunicación directa, sincera, que trasciende y que hace sentir a cada uno que el mensaje es para él y no para la colectividad. Se comunica de forma constante, sobre todo con el ejemplo y la imagen. Igualmente, la palabra es cuidada y con alta carga emocional.

En el mundo de la empresa se dibuja un nuevo líder que poco tiene que ver con el de años atrás. Se ha pasado de un líder autoritario a un líder motivador. El líder autoritario suele ser narcisista, egoísta y es respetado en virtud de las consecuencias de no seguir sus indicaciones. Este líder, con el ejercicio de su poder inhibe el pensamiento individual y la creatividad, y en muchas ocasiones llega a sembrar el miedo entre sus equipos.

Por el contrario, el líder motivador es accesible, humilde y trata de sacar lo mejor de cada uno de aquellos que le rodean. Este líder fomenta la cultura del error, celebrando el haberlo intentado y no estigmatizando el fracaso. Este tipo de líder entiende y convive con la imperfección como parte de la condición humana y disfruta del camino más que de la consecución de un éxito. Da protagonismo a sus equipos y trata de rodearse de gente que le supere en diversas áreas o capacidades.

“Lamentablemente, en la política seguimos padeciendo la existencia de personajes sacados de otra época”

En estas dos aproximaciones opuestas de liderazgo –el autoritario y el motivador- se identifican con claridad en la actualidad política y ejemplifican el poder del propósito verdadero sobre el poder impuesto por el miedo y la sin razón.

En conclusión, la tipología del líder tiene una gran influencia en el desarrollo de los acontecimientos, tanto en el mundo de la empresa como en el entorno social y político.

Como hemos acuñado desde EL CIRCULO de directivos de Alicante, el mundo necesita que se lidere con cabeza y corazón.

En el mundo de la empresa el líder autoritario está destinado a desaparecer y cada vez disfrutamos más de ejemplos de liderazgos que inspiran, pero lamentablemente, en la política, seguimos padeciendo la existencia de personajes sacados de otra época y cuyas decisiones y acciones impactan en todos, sin derecho a réplica.


Eva Toledo es CoCEO de PADIMA y presidenta en El Círculo-Directivos de Alicante.




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