Los océanos de América Latina se protegen bajo un mar de desigualdades

Protección oceánica en América Latina: un mar de desigualdades

Para 2020 el 10% de las zonas marinas y costeras de los países de todo el mundo debían protegerse de acuerdo con las metas de Aichi y decimocuarto ODS. La región de América Latina y el Caribe logró alcanzar ese objetivo en el 2016 aunque con un ligero matiz: en 2020 20 de sus naciones siguen por debajo de ese porcentaje


Los océanos son mucho más que vastas masas de agua salada, sino que constituyen un engranaje esencial en el complejo mecanismo de nuestro sistema planetario. Así, por ejemplo, los océanos constituyen el mayor sumidero de carbono de nuestro planeta que cada año absorbe el 23% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Lejos de ese papel, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recuerda que los océanos son el ecosistema más grande del nuestro mundo, un hábitat que alberga a más de un millón de especies conocidas y un “infinito potencial inexplorado para el conocimiento científico”.

En este sentido, la región de América Latina y el Caribe podría considerarse una de las más ricas del planeta con 23 de sus 33 naciones con más territorios marinos que terrestres y 18 de ellas tienen área marítima supera el 75% del territorio total, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Recientemente hemos demostrado que esta región incluye 47 de las 258 ecorregiones marinas del mundo, más que cualquier otra región. Además, aproximadamente 2,3 millones de personas en este conglomerado de naciones están directa o indirectamente involucradas en actividades pesqueras”, afirma la CEPAL.

En azul, las principales áreas marinas protegidas en la región americana | Foto: Protected Planet

Sin embargo, el tamaño de estas cifras deja entrever también la dimensión del desafío al que se deben enfrentar las naciones de esta región que, al igual que el resto del mundo, sufre la perdida de biodiversidad y la degradación, en este caso, del medio marino por las actividades humanas.

Uno de los grandes pasos de estos países, así como del resto del mundo, para lucha contra estos dos problemas se dio en el 2010, fecha en la que se redactaron las 20 Metas de Aichi que deberían cumpliréis para el 2020 y que entre otras cosas expusieron que el 10% de las zonas marinas y costeras, “especialmente aquellas de particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas”, debían protegerse para el 2020.

Por supuesto, los países de la América Latina y el Caribe se pusieron manos a la obra para llegar a ese meta y para 2018, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) informaba que Brasil, México, Chile y Colombia ya habían alcanzado la cifra.

Por ejemplo y para aquel entonces, México en solo dos años triplicó su superficie marítima bajo algún tipo de protección, llegando al 22% del total de sus aguas. El archipiélago de Revillagigedo fue todo un ejemplo ya que se convirtió en el primer parque marino del país donde estuvo absolutamente prohibida la extracción de cualquier recurso natural, incluida la pesca.

Superficie total de área marina protegidas en Latinoamérica y el Caribe | Foto. CEPAL

Para finales de año las proyecciones en la región indicaron el alto grado de cumplimiento de la meta que a final del 2020 quedaron materializadas en el último informe de la CEPAL. Si bien en él se expuso que prácticamente todas las metas expuestas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 14 que debían cumplirse en el 2020 estaban lejos de alcanzarse y necesitaban mayores esfuerzos para su éxito, la meta 14.5, relativa a ese 10% acordado en Aichi, se cumplió con éxito en el 2016.

En ese año, se logró proteger unos 3.000.000 de kilómetros cuadrados -el 12% aproximadamente-de superficie marina. Para 2019 esa cifra sobrepasó los cinco millones, que se corresponden 23% del área total marina de la región. Sin embargo, las cifras encierran una doble realidad en la que la mayoría de la superficie queda copada por unas pocas naciones, quedando 20 de ellas fuera del objetivo, según la CEPAL.

“Hay más de 20 países que aún están lejos para lograrlo, mientras que otros como Martinica, Bonaire, Guadalupe y San Martín están dedicando más del 95% de su Zona Económica Exclusiva (ZEE) como áreas marinas protegidas. México, Ecuador, Chile y Brasil son los mayores contribuidores al indicador de escala regional”, comenta el CEPAL.

Chile es el mayor protector de áreas marinas, con el 40% de su ZEE bajo protección en el 2019, lo que supone una superficie 10 veces superior a la del 2014 cuando las protecciones ocupaban en 4.1%.

De ese 40%, el 90% se concentra en tres ecorregiones: el archipiélago de Juan Fernández, Islas Desventuradas y Rapa Nui. El resto se reparten en las restantes 11 ecorregiones del país, algunas de ellas representando menos del 1% del territorio. En este sentido, Chile sirve como un perfecto ejemplo de lo que ocurre a escala regional ya que, según el CEPAL, existen importantes brechas de representatividad y desigualdad en la cobertura, distribución geográfica y ecosistémica.

Por este motivo, desde el CEPAL piden cambios de estrategia y acuerdos multilaterales que miren por los países más atrasados para seguir con el ritmo de crecimiento alcanzado entre el 2015 y 1018, años en los que se alcanzaron los mayores logros.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas