Unos 9.800 millones de personas poblarán la tierra para 2050. ¿De dónde saldrán los alimentos para satisfacer esta creciente población? A esta duda responde un reporte científico, el cual invita a trabajar en red para enfrentar esta potencial crisis y hacerlo bajo un modelo de gestión sostenible



Los océanos son la fuente de vida que sostiene al mundo. A nivel económico, alimenticio, turístico, deportivo y científico, los océanos permiten el desarrollo de muchas naciones que se ven beneficiadas por sus aguas, pero, además, los océanos estabilizan el clima al absorber aproximadamente un cuarto de las emisiones de CO2 y producir la mitad del oxígeno del mundo.
Por ello es que se hace imprescindible establecer estrategias de protección de los océanos, que permitan transitar hacia una economía oceánica sostenible, resguardando los beneficios marinos y promoviendo también el cuidado de sus ecosistemas, a fin de sostener su equilibrio y el de la humanidad.
Pensando en ello es que el Panel para una Economía Oceánica Sostenible, Ocean Panel, integrado por un grupo de 14 líderes mundiales organizados en torno al objetivo común de un futuro más resiliente para el planeta y las personas, encargó a un grupo de expertos de todo el mundo, con amplios conocimientos en economía, biología, ecología, nutrición, pesca y maricultura, evaluar en qué condiciones se encuentra el océano para satisfacer la creciente demanda global de alimentos.
El Ocean Panel, integrado por Australia, Canadá, Chile, Fiji, Ghana, Indonesia, Jamaica, Japón, Kenia, México, Namibia, Noruega, Palau y Portugal, trabaja con una red de asesoramiento compuesta por más de 135 organizaciones del sector privado, ONG y organizaciones intergubernamentales de 35 países, para promover la acción a través de sus propias instituciones y redes.
Aliado para un futuro sostenible
Este reporte solicitado por Ocean Panel buscó responder la inquietud de si es posible aumentar la producción de alimentos marinos, ricos en nutrientes y fuente alta de proteínas, sin colapsar sus ecosistemas. Pregunta que surge debido a la creciente demanda de alimentos y a las limitaciones de expansión de la producción de alimentos en tierra, lo cual podría generar una crisis alimentaria, toda vez que se indica que en el 2050 habría aproximadamente casi 10.000 millones de personas en la tierra.
Christopher Costello, profesor de la Escuela Bren de Ciencias y Gestión Ambiental, y autor principal del reporte, indica que «la pregunta que estábamos tratando de responder era: la gestión sostenible del océano durante los próximos 30 años ¿significa que produciremos más alimentos o menos?”, agregando que “creo que muchos de nosotros entramos en esto pensando que, para gestionar el océano de manera sostenible, tendríamos que extraer menos, lo que significaría menos comida del mar».Sin embargo, lo que encontraron los investigadores fue todo lo contrario, pues “si se hace de manera sostenible, en realidad se podría aumentar la comida del mar y en una proporción descomunal en relación con la expansión de la comida terrestre”, afirma el académico. «Y podría hacerse de una manera mucho más respetuosa con el medio, ambiente para el clima, la biodiversidad y otros servicios de los ecosistemas que la producción de alimentos en la tierra».
Stefan Gelcich, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de Chile e investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES UC, recalca que todo depende de la manera en cómo se gestionen los bienes que proveen los mares, pues «al mejorar la sostenibilidad y la equidad a través de una serie de políticas y compromisos comerciales viables, los alimentos del mar tienen el potencial de expandirse en el futuro, nutriendo a la creciente población humana».
Además, el investigador de CAPES y del Núcleo Milenio Centro Mussels, indica que esta transición hacia una gestión sustentable de los recursos marinos, debe “establecer estrategias propias para avanzar hacia la sostenibilidad de nuestros océanos. Éstas deben enfatizar buenas prácticas en términos de sostenibilidad y equidad”.
Para ello “la gobernanza de los océanos debe ser adaptativa. Van cambiando los forzantes sociales y ambientales, por lo que debemos responder con modelos que apunten a la sostenibilidad y equidad en el acceso y distribución de beneficios de los recursos, frente a estas nuevas y dinámicas realidades. En este sentido, no hay una receta para resolver los problemas de sostenibilidad, debe haber constantes procesos de co-aprendizaje y co-diseño de soluciones”, indica Gelcich.
Los investigadores de este reporte, estimaron también un aumento de aproximadamente un 16% en los productos del mar, capturados en el medio silvestre para 2050 si las pesquerías se gestionan de forma sostenible. Por el contrario, la falta de mejora en la gestión podría conducir a reducciones significativas en la producción de productos del mar de la pesca salvaje.
«Hemos tenido un historial de sobreexplotación de muchas pesquerías, pero estamos viendo que los gobiernos están comenzando a implementar mejores políticas de gestión de la pesca», añadió Costello, «y cuando reconstruyes las pesquerías, restauras la salud del océano y eso te permite tener más alimentos».
La situación en Chile
Para Chile, un país dependiente de la pesca, los desafíos son aún mayores, y pasan en buena parte por un cambio en las prácticas productivas de este último sector. “Debemos trabajar en mejorar la equidad y sostenibilidad de pesquerías y de la acuicultura. En Chile, a mi juicio, esto implica el apoyo a la pesca artesanal, acuicultura de pequeña escala y la mejor regulación de impactos ambientales de otras actividades en la costa” aconseja Gelcich, investigador de CAPES UC.
En su opinión, “los pescadores artesanales o pequeños acuicultores jugarán un importante rol en lograr que el potencial que tiene el océano para alimentar a la humanidad sea sostenible e incluya dimensiones de justicia ambiental”.
“Es clave que reconozcamos la importancia de océanos saludables para sustentar el bienestar humano. El océano es vital para la salud de las sociedades humanas y para una economía mundial próspera, es nuestro gran aliado en la búsqueda de un futuro sostenible. En este sentido, construir modelos de gobernanza, con la participación de los diferentes actores, para alcanzar la sostenibilidad de los océanos, es una de las tareas más importantes y de las mayores oportunidades para afrontar los desafíos asociados a cambios globales “, finaliza el investigador.
