Los incendios asolan Chile y devastan más de 20.000 hectáreas

Los incendios asolan Chile y devastan más de 20.000 hectáreas

Un total de 56 incendios, 30 de ellos catalogados de gran magnitud, han devastado ya más de 20.000 hectáreas en Chile desde el pasado fin de semana, según el último balance de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI)


La temporada de incendios se aviva en Chile. La combinación de falta de precipitaciones y altas temperaturas ha facilitado la aparación de focos de llamas en numerosos puntos del centro y sur del país austral, y no se prevé que la situación mejore en los próximos días. La ministra de Agricultura de Chile, María Emilia Undurraga, ha informado que hasta el momento, ha habido desde el pasado fin de semana un total de 179 incendios forestales que han dañado más de 20.000 hectáreas. De hecho, las cifras de superficie arrasada son ya muy superiores a las del año pasado, cuando en toda la temporada ardieron menos de 7.000 hectáreas.

Undarraga ha enfatizado que se espera que de aquí al 3 de enero se desarrollen condiciones medioambientales propicias para el avance y propagación del fuego, razón por la que ha llamado a la ciudadanía a estar concienciada y alerta prevenir este tipo de siniestros. “Estamos con todos los recursos desplegados, tanto aéreos como terrestres y coordinados (…) Este es un desafío país, muy importante, la temporada recién inicia y, por lo tanto, la coordinación es fundamental”, afirmó la también secretaria de Estado.

En conferencia de prensa, la funcionaria detalló que de los casi 180 incendios hasta ahora identificados, 30 han sido catalogados como de magnitud importante. Además, a pesar de que por el momento la mayoría de la mayoría de los siniestros han sido ubicados en áreas boscosas poco pobladas, varias zonas urbanas corren peligro de verse afectadas por la expansión de las llamas, por lo cual ha sido necesario aplicar labores preventivas.

En este sentido, los focos de incendios más preocupantes para la población se encuentran en Machalí (a unos 100 kilómetros al sur de Santiago) y Requínoa (a 105 kilómetros de la capital). El primero de ellos ha consumido cerca de 900 hectáreas y se mantiene activo en dos sectores con baja intensidad, mientras que el segundo unas 430 y se mantiene activo. En este escenario, el delegado presidencial de la región de O’Higgins, Ricardo Guzmán, ha llamado “a evitar estos incendios y que vengan al sector. Hemos visto bastante turismo de emergencia. Hacemos el llamado a que no nos vengan a interrumpir, que no nos vengan a estorbar, porque hemos visto muchas familias que vienen a ver cómo funcionan los helicópteros”.

Sin embargo, el fuego más virulento es el registrado en Los Sauces y Angol (a 580 kilómetros al sur de Santiago), que ya ha consumido más de 12.300 hectáreas y sigue considerándose de gran magnitud. En la zona continúa de hecho el trabajo de bomberos y brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) para intentar controlar las llamas. El director regional del ente, Julio Figueroa, ha explicado que aun están eso sí en fase de planificación de la lucha contra el fuego: «Recién hicimos un sobrevuelo y actualizamos la situación. Lamentablemente, tenemos 12.300 hectáreas afectadas. Se acaba de medir el perímetro del incendio y se dividió en seis sectores para trabajar”, ha indicado vía Twitter.

Además, ha asegurado que “nuestra prioridad son las viviendas, las casas de las personas. Se hizo un buen trabajo de cortafuegos anoche. Se salvaron más de mil viviendas, pero el fuego afectó a tres viviendas y un galpón”. En total, detalló, hay 650 personas trabajando en el siniestro y para este lunes “ya tenemos la información clara de dónde atacar y trabajar”.

El fuego de Los Sauces se detectó el pasado 23 de diciembre y hasta el momento ha dejado tres viviendas destruidas y siete personas evacuadas de manera preventiva, además de dos funcionarios de Carabineros terminaron lesionados durante las labores de apoyo. Además de las fuerzas terrestres, una de las principales variantes usadas para intentar mitigar los incendios son las aeronaves con capacidades entre 10.000 y 15.000 litros de agua que vierten sobre las áreas forestales ardiendo.

Entre las causas de los incendios expuestas por la ministra se encuentran la baja humedad y las altas temperaturas, condiciones que se mantendrán durante el verano y propiciarán que aparezcan nuevos focos durante el verano. En este sentido, existe una temida combinación de las condiciones climáticas que hace temer sobre el descontrol de las llamas: la fórmula 30-30-30, que se refiere temperaturas sobre 30°, menos del 30% de humedad y vientos mayores a 30 kilómetros por hora, factores que dan paso al rápido avance, propagación y descontrol de las llamas en un incendio forestal y que se producen generalmente durante el verano.



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