Cuando defender el medio ambiente cuesta la vida

Cuando defender el medio ambiente cuesta la vida

La muerte a tiros de Juana Perea Plata, quien regentaba un hotel de turismo rural en la región del Chocó, ha causado la repulsa en Colombia. Cada año, grupos violentos asesinan en todo el mundo a activistas y otros defensores del territorio. Según Global Witness, en 2019 hubo 212 asesinatos. Dos terceras partes ocurrieron en América Latina. De ellos, 64 en Colombia, el país más peligroso


El asesinato de Juana Perea Plata, una emprendedora colombiano-española que regentaba un negocio de turismo rural en la región colombiana del Chocó, ha generado una ola de rechazo en el país.

El cuerpo de Perea, con un disparo en la cabeza, fue encontrado el jueves 29 de octubre en la zona de playa de Nuquí, un remoto pueblo costero del departamento selvático definido en las guías de turismo como un paraíso natural, especialmente para la observación de ballenas, informa Efe.

Más de dos tercios de los 212 asesinatos de defensores de la naturaleza en 2019 ocurrieron en América Latina

En Termales, un caserío situado a media hora en lancha del perímetro urbano de Nuquí, Juana Perea, de 50 años, había comprado junto con su esposo, un estadounidense que actualmente trabaja en Afganistán, 10 hectáreas de tierra para construir un hotel ecoturístico y acabó liderando iniciativas comunitarias para las mujeres de la zona.

«Creemos que todo (el asesinato) fue porque mi hermana era, por decirlo de alguna manera, una líder comunitaria que trabajaba por las mujeres de allá. Ella nunca se dijo a sí misma líder, pero lo era; era una mujer que se imponía y por donde pasaba dejaba una estela», afirma a Efe su hermano Iñaki Perea Plata.

Juana Perea Plata, propietaria de un hotel rural en la región colombiana de Chocó y asesinada de un disparo el 29 de octubre de 2020.

Esa sensibilidad social también fue destacada por su prima Ana María Restrepo Perea, quien recuerda que hace sólo 15 días le advirtió a Juana que tuviera cuidado, pues la zona de Nuquí es disputada por bandas de narcotraficantes y paramilitares por su localización estratégica para sacar drogas por el Pacífico hacia Centro y Norteamérica. “

Colombia, con 64 activistas del medio ambiente asesinados en 2019 es el país más peligros del mundo en este sentido

La familia, de origen vasco, recuerda que además de trabajar en su proyecto ecoturístico, Juana enseñaba a las mujeres de Nuquí a coser para que tuvieran algún medio de subsistencia, y con la llegada de la pandemia había impulsado la confección de tapabocas o mascarillas para reducir el impacto de la Covid-19 en la región donde hay comunidades para las que ese elemento de protección es un lujo.

Además, era conocida por su activismo contra la construcción de un puerto en el golfo de Tribugá, unos cinco kilómetros al norte de Nuquí, por el daño que la obra causaría a los ecosistemas marítimos y terrestres. Precisamente, el pasado 1 de octubre la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció la cancelación del proyecto, tras cuatro años de análisis y debate sobre la idoneidad de la obra.

Una actividad peligrosa

La muerte de Juana Perea Plata se suma a la de decenas de personas de todo el mundo que pierden la vida por su defensa del territorio. Un informe de Global Witness, entidad internacional de referencia para estas cuestiones, señala que en 2019 hubo 212 personas defensoras de la tierra y el medio ambiente que fueron asesinadas, un promedio de más de cuatro por semana.

Más de la mitad de los asesinatos reportados el año pasado ocurrieron en dos países: Colombia y Filipinas. Ambos han registrado un aumento de ataques contra personas defensoras de la tierra y el medio ambiente desde 2018.

En 2019 los asesinatos en Colombia alcanzaron los 64 activistas, el número más alto jamás registrado por Global Witness en el país. Los informes muestran un aumento drástico de asesinatos a líderes comunitarios y sociales en los últimos años en Colombia.

Personas asesinadas en 2019 según Global Witness.
Personas asesinadas en 2019 según Global Witness.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado varias razones por las que la ola de violencia se ha incrementado en Colombia, entre ellas, los desafíos en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, incluyendo la reforma agraria y los programas para incentivar el cambio de cultivos ilegales a cosechas legales. Los cambios en las dinámicas de poder interno están impulsando una mayor violencia, afirma Global Witness.

En general, Latinoamérica ocupa los peores puestos en la estadísticas. Más de dos tercios de los 212 asesinados de 2019 ocurrieron en América Latina, clasificada constantemente como la región más afectada desde que Global Witness comenzó a publicar datos en 2012.

En 2019 solo en la región amazónica ocurrieron 33 muertes. Casi el 90% de los asesinatos en Brasil fueron en la Amazonía. En Honduras, los asesinatos aumentaron de cuatro en 2018, a 14 el año pasado, convirtiéndose en el país per cápita más peligroso de 2019.



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