La ecomomía circular del agua en México precisa apoyo institucional

La economía circular del agua en México precisa apoyo institucional

La economía circular del agua en México precisa apoyo institucional

Cerrar los ciclos de recursos de materiales es la clave para poner en marcha una economía sostenible. En México hay ya trabajos teóricos y cierto desarrollo normativo sobre economía circular, pero todavía falta mucho para llegar a una aplicación real, sobre todo en el sector del agua, donde la dispersión administrativa y legal hace difícil poner en marcha políticas efectivas en esa dirección


Emiliano Rodríguez | Corresponsal en México
México | 24 noviembre, 2020


A diferencia de la economía lineal, en la que se produce, usa y tira, la circular pretende reducir, reusar y reciclar. Con ello se mejoraría el medio ambiente, se enfrentaría el cambio climático y se promovería una alternativa de estilo de vida, pues el consumo de recursos sería racionalizado y se contribuiría a disminuir los residuos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que con la economía circular se mejoraría la eficiencia y vida útil de los materiales, y se generarían 4,8 millones de empleos netos en 2030.

“En México es indispensable impulsar una economía circular, que proponga el aprovechamiento de recursos al máximo, usar materiales biodegradables y reutilizar aquéllos que no pueden regresar al ciclo de la naturaleza”, afirma Genoveva Roldán, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

A diferencia de la economía lineal, en la que se produce, usa y tira, la circular pretende reducir, reusar y reciclar

Esta propuesta también abre nuevas oportunidades de negocio, fomenta la innovación, genera nuevas fuentes de empleo y habilidades e impulsa una sociedad más justa y equitativa.

En opinión de la experta, es fundamentales rediseñar los productos, que deben ser pensados para ser reciclados. “Esta alternativa también crea riqueza y empleo, y para concretarla es necesario reutilizar, cambiar el comportamiento de los  consumidores, redefinir el sentido de propiedad sobre los objetos, modificar el modelo de negocios de las empresas y tener acciones decididas de los gobiernos”.

En México, un grupo de expertos ha participado en iniciativas como el Primer foro sobre economía circular: modelos, oportunidades y políticas públicas, en el que se firmó una declaratoria con los compromisos necesarios para lograr la transición. Porque la participación entre actores diversos, en línea con el ODS17 de la ONU, Alianzas para Lograr los Objetivos, se antoja esencial para lograr una economía circular en México.

México está empezando a dar pasos normativos en esta línea. Recientemente, la Cámara de Senadores ha presentado el proyecto de decreto de la Ley General de Economía Circular. La exposición de motivos hace referencia a los problemas socioambientales que enfrentamos actualmente todos los países del mundo, como son la presión demográfica, el desarrollo económico, la rápida urbanización y la aceleración tecnológica, que son el principal factor de los impactos ambientales que padecemos en el siglo XXI. Entre ellos podemos destacar el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua, del aire, del suelo, los residuos peligrosos y electrónicos.

Esta iniciativa de ley tendrá que pasar a la cámara de diputados para ser aprobada. Esto haría que la economía circular sea impulsada no de manera voluntaria como hasta ahora, sino por fuerza de ley y permitirá avanzar en la transformación de la economía hacia un modelo más sostenible.

De aprobarse esta ley habrá una serie de cambios que tendrá que considerar, analizar y cumplir el tejido productivo mexicano.

El impulso de las empresas

En ese sentido, el Foro Nacional de la Industria Química 2019, organizado por la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), reunió a empresarios y expertos para intercambiar ideas sobre el tema Economía Circular: compromiso de la industria química con un mundo sustentable.

Deniss Quennet, director de Ciudades, Transporte e Industria Sustentable de la Corporación Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), describió a la economía circular como: “Un reto para todas las industrias y para las ciudades al mismo tiempo”.

El ODS17 de la ONU, Alianzas para Lograr los Objetivos, se antoja esencial para lograr una economía circular en México

Santiago García, de ECOCE, asociación sin ánimo de lucro dedicada al reciclaje en México, sostuvo que la economía circular y el cuidado del medio ambiente traen consigo múltiples beneficios económicos y sociales.

De acuerdo con Quennet, otro reto que México enfrenta es la falta de incentivos para integrar a las pymes y micropymes en esta trasformación.

En paralelo con la acción de la iniciativa privada, grandes empresas, consorcios industriales, pymes y micropymes, tienen que cambiar la actitud, los intereses y los impulsos, agregaba el experto.

Las viviendas se extienden por las colinas de México hasta el horizonte, como en esta foto de la zona de Los Cuartos. | Foto: Ulrike Stein

El agua y la circularidad

En materia hídrica poco es lo que podría decirse sobre una posibilidad real de una economía circular en México. Es casi imposible si no se realizan cambios que ayuden a dinamizarla.

Esto es así desde el punto de vista de que no existe realmente un Sector Hídrico Nacional, si atendemos al Plan Nacional de Desarrollo en el que los sectores están claramente definidos por la existencia de una Secretaría de Estado que encabeza cada sector y en el que cada uno de ellos genera un programa nacional en la materia.

Falta una Secretaría del Agua y la autoridad máxima es la CONAGUA, una entidad desconcentrada de la Secretaría del Medio Ambiente (ni siquiera descentralizada), que redacta un Programa Hídrico Nacional que se desdibuja y pierde.

La CONAGUA no ha podido frenar la contaminación de los ríos y vasos superficiales, producto de vertidos de industrias y poblaciones urbanas, semiurbanas y rurales, haciendo casi imposible un adecuado manejo de la reutilización de las aguas entre los diferentes tipos de usuarios, agrícolas, industriales y urbanos.

La autoridad y el desempeño de CONAGUA como administradora del recurso de propiedad nacional fue seriamente cuestionado en el reciente conflicto de Chihuahua para la entrega de volúmenes a los Estados Unidos, producto del convenio existente entre los países desde 1944. Ello dejó una purga entre el personal de alto nivel de la dependencia, lo cual cuestionará en mayor sentido su capacidad.

acuerdo sobre agua
México debe entregar cada quinquenio cerca de 2.160 millones de metros cúbicos a Estados Unidos por los ríos que comparten en la frontera.

En el país no existe una verdadera política nacional de agua potable y saneamiento que pudiera ligarse a una política general de agua y pudiera generar la posibilidad de una economía circular del agua entre los diferentes usos y usuarios del recurso.

A nivel nacional no existe una autoridad, regulador o rector de los servicios de agua y saneamiento. Y el nivel municipal, único responsable de los servicios, los cuales incluyen no solo el saneamiento de las aguas, sino la disposición final de lodos no tienen la acción de accesar la posibilidad de participación público-privada para solucionar sus necesidades más apremiantes.

Existe un potencial de conocimiento en materia hídrica en México, muy grande y capaz, que la situación política actual mantiene congelado

La Ley General de Agua, planteada en la modificación del artículo cuarto constitucional, en el cual se consagra el derecho humano al agua y el saneamiento, está pendiente de creación desde 2012. Sin que se vea una solución inmediata.

En México existe un potencial intelectual y de conocimiento en materia hídrica, muy grande y capaz, que la situación política actual mantiene congelado. Así, las posibilidades de impulsar una economía circular del agua se ven casi imposibles.

En relación con esta reflexión, la publicación especializada Impluvium, de la Red del Agua de la UNAM, publicaba un análisis reciente donde señalaba que la falta de circularidad en la gestión de los recursos hídricos “contribuye al uso ineficiente y desperdicio del agua, incrementa el uso de materia y energía en las fases de provisión del agua entre los usuarios, aumenta la vulnerabilidad y desigualdad social ante la escasez e incide en la degradación de los ecosistemas acuáticos, entre muchos otros problemas”.

Lo que falta por hacer

En opinión de los expertos mexicanos, los efectos del modelo lineal en los recursos hídricos hace necesario generar alternativas tecnológicas y de gestión. El modelo circular en torno a los recursos hídricos se presenta como una solución que supone la aplicación de las herramientas socio-técnicas para la solución integral de dichos problemas, afirma Ana Gabriela Piedra, maestrante en Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM y Fernanda Hoyanna Rosales, de la misma Universidad.

En México no existe una verdadera política nacional de agua potable y saneamiento que pudiera ligarse a una política general de agua

En opinión de las autoras, hay mucho que invertir y ganar en México en manejo del agua.

Las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden ser renovadas e integradas para convertirse en biorrefinerías, por ejemplo, una aplicación que permite transformar en motor energético los residuos que llegan a las plantas, como hacen otras naciones en sus plantas de tratamiento, detallan las autoras del trabajo.

El agua potable utilizada para la producción de alimentos puede ser intercambiada por agua tratada; los lodos generados por las aguas residuales pueden ser empleados como fertilizantes en la agricultura; las plantas de tratamiento pueden emplear energías renovables; la captación de agua de lluvia puede ser promovida para disminuir las presiones sobre otras fuentes de abastecimiento… Esta es una larga lista de las mejoras en la economía circular del agua que los técnicos del país están preparados para llevar a cabo si el contexto normativo y gubernativo ayuda impulsarlo.

Transitar hacia una economía circular en el sector hídrico no es tarea sencilla, pues se requieren cambios profundos en el diseño de los productos, los modelos de negocios, la gestión de los desechos, la formulación de instrumentos económicos, hasta transformaciones en los patrones de consumo y la formulación de políticas públicas señalan los expertos.

 Energía renovable en México, un Gobierno en contra

Parte fundamental de la economía circular en México es el uso de energías limpias y renovables.

Un aspecto preocupante en México es que el actual Gobierno de López Obrador no tiene una apuesta por las fuentes limpias, sino al contrario.

En el sector eléctrico, la primera y clara señal la lanzó en diciembre del 2018, cuando recién había tomado el poder, al cancelar la última subasta eléctrica. En este renglón, su objetivo lo ha trazado sobre una premisa: que México relegue las energías eólica y solar. Su apuesta es por el combustible fósil.

La política energética lopezobradorista la sustentan la secretaria de Energía, Rocío Nahle, el director de Pemex, Octavio Romero, el director de la CFE, Manuel Bartlett, y el titular de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo, aquel que dijo que los aerogeneradores de parques eólicos “atrapan el aire de las comunidades indígenas”.



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