El municipio de Renca, en Santiago de Chile, está siendo pionero gracias al desarrollo del proyecto de “Áreas Verdes Resilientes a la escasez hídrica con enfoque participativo”, el cual impacta no solo a nivel urbanístico, sino especialmente a nivel social y comunitario



Este año 2021 recién terminado fue de grandes logros para la comuna de Renca, ubicada en el sector norponiente de la ciudad de Santiago, especialmente en lo relativo al desarrollo de iniciativas sostenibles que permiten mejorar áreas verdes, que fomentan el ahorro hídrico y contribuyen a fortalecer la vida de barrio.
Una de estas iniciativas es el proyecto Áreas Verdes Resilientes a la escasez hídrica con enfoque participativo, llevado adelante por el municipio de Renca y ONU Medio Ambiente, la cual permitió la construcción de áreas verdes en dos intersecciones de la comuna elegidas por la comunidad, con el objetivo de recuperar las aguas que comúnmente se pierden como residuo.
Se trata de un proyecto pionero en el país, que abordó tres variables advertidas por las y los vecinos: falta de cobertura verde en el territorio, escasez hídrica y anegamiento y que, para su concreción, contó con el apoyo del Programa Aguas de Barrio, de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), quienes desarrollan modelos participativos para recuperación de aguas lluvias a través de sistemas de drenaje en el paisaje urbano de Santiago.
En concreto, se construyeron dos plazoletas que recuperan aguas lluvias, gracias a un sistema de drenaje sostenible, y que en la superficie cobra un nuevo valor para la comunidad, al instalarse áreas de sombra y asientos, que permiten un nuevo uso. Además, se incentivó la plantación de flora nativa de bajo requerimiento hídrico, la cual conecta con la flora nativa que se ubica en el cerro Renca, espacio cercano a estas nuevas áreas verdes, creando un corredor ecológico más armonioso.


Un trabajo con mirada de futuro
La comuna de Renca, conocida antiguamente como la Villa de Renca, fundada el 6 de mayo de 1894, está ubicada en el sector norponiente de la ciudad de Santiago, en la Región Metropolitana de Chile.
En la época prehispánica esta zona era conocida como La tierra de Renca, una planta silvestre muy abundante y característica del sector. Favorecida con bellos paisajes y fértiles tierras, ha sido lugar de encuentro y desarrollo de diversos pueblos y culturas ancestrales.
Sin embargo, con los años esas tierras fértiles del pasado han sufrido no solo el impacto del crecimiento y desarrollo económico, el cual la convirtió en una comuna dormitorio, sino que, como muchos territorios de la zona central, se ha visto afectada también por la escasez de lluvias y el cambio climático.


Por ello es que iniciativas como estas Áreas Verdes Resilientes a la escasez hídrica con enfoque participativo, han permitido proyectar nuevas iniciativas que no solo permitan un mayor y mejor uso de aguas, sino el que la comunidad se involucre en el proceso de diseño, construcción y posterior cuidado de estos espacios.
Macarena Olivares Manríquez, directora de Medio Ambiente Aseo y Ornato del Municipio de Renca, nos cuenta: «Desde el año 2018 hemos ido innovando y avanzando en materia de protección del medio ambiente y sostenibilidad. Al mismo tiempo, con ONU Medio Ambiente teníamos una alianza de colaboración en materia de energía, impulsando análisis de proyectos para la implementación de un Distrito Energético, lo que les permitió ir visualizando los avances en materia de sustentabilidad de nuestra comuna muy de cerca, invitándonos a ser parte del piloto de enfoque de desarrollo de barrio sustentable integrado”.
“La intervención tuvo como objetivo probar soluciones integrales a los problemas de inundaciones, falta de áreas verdes y olas de calor en algunas áreas clave. El diseño y rehabilitación de estas áreas se desarrolló a través de un proceso participativo, el cual fue un proceso de codiseño junto a la comunidad y la UTEM, donde se definieron y diseñaron dos áreas en la comuna, las cuales incorporaron elementos que la comunidad destacó como, por ejemplo, la seguridad, la integración, los colores, las especies, que fue un lugar diseñado para descanso y encuentro”, continúa Olivares.
“En esos espacios, luego de un análisis técnico del suelo, se seleccionó el sistema de drenaje sostenible que fuese apropiado para el área, con el fin de que las aguas acumuladas pudiesen filtrarse a las napas subterráneas, mientras se realiza el riego o llueve. Hoy, ambos lugares han sido reconvertidos en espacios de encuentro y descanso, con flora nativa y un paisaje que simula el entorno natural de la región, usando bolones en un lugar y ladrillos en otro, para mantener la línea paisajística del mismo entorno”, explica la directora sobre el proyecto.


Por su parte, el alcalde de la comuna de Renca, Claudio Castro Salas, afirma que este tipo de iniciativas que impactan directamente a la comunidad deben ser desarrolladas junto a ella. “Es como debiéramos avanzar siempre en los distintos proyectos. Aacá se planteó, primero que todo, un desafío a muchas juntas de vecinos de todo este entorno, que era la presentación del proyecto, la capacitación ante qué tipo de técnicas y estrategias se iban a utilizar y recién después de eso, vino la decisión de qué lugares se iban a intervenir, y los vecinos optaron por aquellos lugares que se consideró el proyecto podía tener mayor impacto, se votó y finalmente salieron dos puntos … así que yo coincido con eso: la participación acá es fundamental, los vecinos de Renca han sido protagonistas de este proceso, y eso tiene consecuencias futuras, se cuida de mejor manera, se replica conociendo bien de qué se trata, y nuestras vecinas se sienten parte de todo este proceso”.
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Quien además explica que “esto, desde la perspectiva de futuro, es interesante, pues plantea nuevos materiales para el espacio público, nuevas estrategias de gestión en el desarrollo de proyectos de espacio público vinculándose con las personas, y donde la academia también juega un rol relevante, porque plantea nuevas miradas. También cumple un rol en la formación medioambiental en espacios públicos de alta calidad, que son multifuncionales, que tienen valores sociales, culturales, ambientales, ecológicos”, finaliza la arquitecta UTEM.
Por último, Macarena Olivares Manríquez, directora de Medio Ambiente Aseo y Ornato del Municipio de Renca, destaca que “el pilotaje de implementar una solución basada en la naturaleza, con la participación de la comunidad en cada etapa del diseño y ejecución fue muy enriquecedora, tanto para el municipio como institución pública, como para la comunidad. Las instituciones generalmente son rígidas en cuanto a protocolos de implementación de intervenciones en espacios públicos, y este proyecto nos introdujo a una nueva forma de intervenir y recuperar espacios públicos con una visión sostenible, integrada por las propuestas de la misma comunidad, basada en sus necesidades e ideas para aprovechar de mejor forma estos espacios. Hoy contamos con dos nuevos espacios públicos verdes, que la comunidad aprecia y cuida y le permite encontrarse en comunidad”.
