El verano arrancará este sábado con una temperatura algo inferior a lo normal, aunque se espera que aumente a medida que termina junio. Aemet advierte que es posible que siga la tendencia de temperaturas por encima de la media, como ocurrió en primavera



Esta semana deberemos decir adiós a la primavera para dar la bienvenida al verano, que arrancará este sábado a las 23:44, hora peninsular, tal y como ha avanzado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Durante esta nueva estación se espera que se recuperen los valores normales de temperatura y precipitaciones que han sido especialmente atípicos durante la primera mitad de junio, donde ha llovido más de lo normal y ha destacado por estar un grado por debajo de la media habitual, señala la agencia estatal.
“Esperamos que, durante la segunda quincena de junio se vayan recuperando poco a poco los valores habituales de este mes y, por lo tanto, que aumenten las temperaturas”, ha declarado Rubén del Campo, portavoz de la Aemet. De hecho, considera que los meses de junio, julio y agosto en su conjunto serán ligeramente más cálidos en el sur de España, Baleares y Canarias, así como más secos en la totalidad del país.
Balance de la primavera
Según han informado la Aemet, la pasada primavera se ha caracterizado por tener una temperatura media de 15,2 grados centígrados. Eso es un grado y medio por encima de lo habitual en este periodo, por lo que se ha tratado de la cuarta primavera más cálida desde 1965, por detrás de las primaveras de 2017, 2011 y 1997, y de la tercera más cálida de este siglo.
A finales de mayo se lograron registrar más de 30 grados en capitales de provincia, como Sevilla, donde se alcanzaron los 37 grados
“En 11 estaciones principales la temperatura media de la primavera resultó la más alta desde el comienzo de la serie. Asimismo, en 27 estaciones principales la temperatura media de las mínimas fue la más alta de la serie. También se registraron tres récords de temperatura máxima absoluta para la primavera”, han comentado.
Las mayores anomalías térmicas se observaron en el noroeste de Castilla y León, donde han llegado a superar los +3 ºC en algunas zonas. También se han registrado anomalías térmicas cercanas a +2 ºC en la mayor parte de Galicia, interior de Asturias y Cantabria, norte y centro de Castilla y León, País Vasco, mitad norte de Navarra y en zonas de los Pirineos, sistema Ibérico y sistema Central. En el resto del territorio peninsular español las anomalías han estado cerca del +1 ºC,
Estos datos contrastan con los informes de horas de sol, ya que esta se ha tratado de la sexta primavera más sombría en el conjunto del país.


En cuanto a las precipitaciones, esta primavera pasada ha sido en su conjunto muy húmeda, con una precipitación media sobre España de 237 mm, valor que queda un 37 % por encima del valor medio del trimestre según el periodo de referencia 1981-2010. Esto convierte a la primavera del 2020 en la octava más lluviosa desde 1965 y la quinta más lluviosa en lo que llevamos del siglo XX.
“La primavera ha destacado por haber sido húmeda o muy húmeda en gran parte del área peninsular y Baleares, así como en Ceuta y pequeñas zonas de Canarias, llegando a ser extremadamente húmeda en Cádiz, oeste de la provincia de Cáceres, algunos puntos de Barcelona, sur de Navarra y norte de Murcia”, han comentado desde la Aemet.
Los únicos puntos peninsulares que han estado por debajo de los valores normales han sido el noroeste de Galicia, y algunas pequeñas áreas de las regiones cantábricas, así como al sur de las islas Canarias.
Récords en el mundo
Fuera de las fronteras de España también se han batido récords durante esta primavera. Como ha explicado Beatriz Hervella, Portavoz de Aemet, se ha vivido el abril y el mayo más cálidos en la Tierra desde que hay datos.
“Abril y mayo completan la lista: los últimos 12 meses han sido los más cálidos consecutivamente de la Tierra”, ha comentado la portavoz.Cabe destacar el caso de Siberia, que desde enero hasta mayo ha registrado una temperatura media 5,3 grados centígrados por encima de lo habitual, teniendo en cuenta el periodo de referencia 1951-1980. Se trata de un récord significativo ya que se sitúa 1,9 grados por encima del anterior máximo.
Esta anomalía climática puede desencadenar terribles consecuencias en el permafrost de la región. En primer lugar, porque esta capa congelada almacena enormes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero con un potencial 23 veces superior al dióxido de carbono. En segundo lugar, porque muchas de las estructuras rusas se asientan sobre él, por lo que su desaparición puede provocar daños en ellas.
“El año pasado por estas fechas registramos un deshielo sin precedentes en el Ártico y ahora estamos observando lo mismo con el permafrost”, ha informado Beatriz Hervella.
En cuanto a Europa, la Aemet ha señalado que la primavera ha sido cálida, aunque no de récord. Eso sí, destacan los datos de insolación ya que el continente ha estado especialmente soleado durante todo este periodo, con excepción de España y Portugal.
El periodo de año hidrológico, que se inició el 1 de octubre de 2019, ha destacado por registrar una precipitación acumulada de 611 mm para el conjunto de España. Esta cifra es un 17% superior a lo habitual, por lo que convierten este año hidrológico en uno bastante húmedo.
Sobre todo, ha sido especialmente lluvioso en la vertiente mediterránea debido a los episodios de DANAs que se vivieron allí. Un ejemplo es la borrasca Gloria de enero.
Cabe destacar que los meses más lluviosos los encontramos hasta enero ya que, gracias a ellos, el balance hidrológico llego a situarse en un 24% por encima de la media. Sin embargo, la llegada de un febrero especialmente seco, seguido de valores irregulares entre abril y mayo, provocó que la cifra descendiese hasta ese 17% actual.
El lugar que ocuparía en la serie no es relevante, pues sería el puesto 17 de dentro del periodo de los últimos 55 años. En cuanto a los años del siglo XXI tampoco es relevante, aunque ocuparía el séptimo lugar.


