El Dymaxion Car y otros 10 ‘cacharros’ locos por la sostenibilidad

Los 10 coches más locos, futuristas y sostenibles del siglo

Los 10 coches más locos, futuristas y sostenibles del siglo

El especialista Alejandro Mendía selecciona algunos de los modelos más extravagantes que ha producido la industria del automóvil en busca de alternativas al motor de combustión interna. Concretamente, las exigencias aerodinámicas han dado lugar a auténticos engendros que recuerdan inevitablemente a ‘Los autos locos’, la famosa serie de dibujos animados de Hanna-Barbera


Alejandro Mendía | Especial para El Ágora
Madrid | 4 diciembre, 2020

Tiempo de lectura: 9 min



Hace pocas semanas, nuestro admirado Julián H. Miranda glosaba en El Ágora el perfil visionario de Buckminster Fuller con motivo de la exposición dedicada a él en el Espacio Fundación Telefónica. Uno de los ingenios a que hacía referencia Miranda es el Dymaxion Car, un prototipo de 1933 que se encomendaba al trabajo aerodinámico y diversas tecnologías innovadoras para ofrecer una solución de movilidad sostenible que era ya, hace casi un siglo, una de las grandes preocupaciones del arquitecto e inventor estadounidense.

Fuller realmente le disparaba a todo, desde la vivienda y la educación hasta la gestión de los finitos recursos del planeta, pero había una línea de fondo que guiaba su labor y que suscribiría cualquier entusiasta actual del decrecimiento o la filosofía slow: hacer (como quien dice vivir) más con menos y mejorar en consecuencia las condiciones de vida de las personas.

De hecho, la denominación Dymaxion, que recayó no solo en Dymaxion Car sino también en otras invenciones del poliédrico creador -considerado un Leonardo del siglo XX- se componía de sílabas de las palabras dynamic, maximum y tension que resumían ese ideal de sostenibilidad y justicia al que en su opinión era obligado aspirar.

Buckminster Fuller ante el Dymaxion Car y el FlyesEye Dome durante su 85 aniversario. | Foto: Cortesía de Fundación Telefónica
Buckminster Fuller ante el Dymaxion Car y el FlyesEye Dome durante su 85 aniversario. | Foto: Cortesía de Fundación Telefónica

El Dymaxion Car tenía seis metros de largo y una sola rueda trasera que permitía hacer giros de 180 grados sobre el propio eje del coche, aunque su conducción resulta antiintuitiva y casi diabólica con viento cruzado. Gracias a su forma de lágrima, era capaz de transportar a sus hasta 11 ocupantes a velocidades de 120 millas por hora -la friolera de 193 km/h- y con un consumo de solo 7,8 litros cada 100 kilómetros, un registro sorprendente para la época y para el motor V8 de 86 caballos, suministrado por Ford, que lo impulsaba.

«Seleccionamos los 10 modelos de automóvil más locos por la eficiencia que ha conocido el siglo»
Es inevitable la asociación de este ejercicio de diseño automovilístico con los extraños vehículos que popularizó la película de 1965 Aquellos chalados en sus locos cacharros, si bien aquí se trataba de una carrera aérea entre Londres y París ambientada en los primeros años de la aviación. El estudio californiano Hanna-Barbera adaptó la peripecia al mundo de los coches en una serie de dibujos animados que se haría mundialmente famosa, Los autos locos, de la que eran protagonistas inolvidables Pierre Nodoyuna y su secuaz perro Patán, maquinadores incansables de trampas que les permitiesen ganar la competición.

Desde los tiempos de Buckminster Fuller hasta hoy, y cada vez con mayor apremio dado el desafío climático al que nos enfrentamos, la industria del automóvil ha creado todo tipo de locos cacharros que contribuyeran a un futuro más sostenible, o al menos con alternativas al tradicional motor de combustión interna.

La búsqueda de formas lo más aerodinámicas posible ha dado lugar a auténticos engendros que dejan reducidos al Alambique Veloz y al Espantomóvil de Hanna-Barbera a la categoría de coches ordinarios. A continuación puedes ver una selección de los 10 autos más locos por la eficiencia que ha conocido el último siglo:

1. Chrysler Turbine

El Chrysler Turbine, un modelo del año 1973 movido por dos turbinas y con 130 caballos de potencia. | FCA
El Chrysler Turbine, un modelo del año 1973 movido por dos turbinas y con 130 caballos de potencia. | FCA

Entroncando automóvil y aviación, que siempre ha sido el heraldo de aquel, Chrysler llevó la era del jet al mercado de coches al desvelar este cupé de 1963 impulsado por dos turbinas que entregaban 130 caballos de potencia. Impensable tan solo una década después de su presentación, cuando estalló la crisis del petróleo de 1973, el Turbine tenía de bueno al menos que podía funcionar con cualquier cosa, desde perfume hasta combustible para aviones JP-4.

Entre 1963 y 1964 se produjeron 50 unidades, que se prestaron a 200 familias para realizar pruebas antes de que Chrysler suspendiera el proyecto. Hoy, nueve sobreviven y cinco se pueden conducir, según la compañía.

2. GMC Firebird II

El GM Firebird II diseñado en 1953, impulsado por una turbina que le concedía 370 caballos de potencia. | FOTO: GM
El vehículo 00 de los villanos Pierre Nodoyuna y Patán, personajes de la serie de dibujos animados Los autos locos de Hanna-Barbera. | | FOTO: Hanna-Barbera

Años antes que Chrysler, General Motors Company (GMC) ya había experimentado con la propulsión por turbina y con carrocerías de fibra de vidrio tomadas directamente del ámbito de los aviones a reacción. El Firebird I XP-21 de 1953, diseñado por el legendario Harley Earl, tenía incluso un cono de cola como los de los aviones de combate, aunque en realidad lo impulsaba una turbina que desarrollaba 370 caballos girando a 13.000 revoluciones por minuto.

El sucesor de aquel primer Firebird (en la imagen) fue el primer vehículo del mundo fabricado en titanio y lucía unas enormes entradas de aire para el motor turbo-eje y una cúpula acristalada clavadas a las del Número 00 de los villanos Nodoyuna y Patán.

3. Cadillac Cyclone

El Cadillac Cyclone, fabricado por General Motors y que montaba un radar para evitar colisione frontales. | FOTO: GM
El Compact Pussycat, el vehículo de Penélope Glamour en la serie de dibujos Los autos locos. | FOTO: Hanna-Barbera

Otra creación de Harley Earl, en este caso con diseño de cohete y un toldo de burbuja de plexiglás que procuraba al conductor una visión de 360 grados. Este concept car incorporaba una unidad de radar que alertaba sobre objetos que se encontraban delante del vehículo, al estilo de los modernos sistemas de advertencia de colisión frontal.

Sus puertas se abrían no de la manera al uso, sino que se deslizaban por el costado como en los futuros modelos monovolumen. Eso sí, carecía de ventanas, por lo que Cadillac lo equipó con un sistema para comunicarse con las personas del exterior. Sus formas recordarían a las del Compact Pussycat de Penélope Glamour si hacemos el esfuerzo de imaginarlas sin su color rosa y sus accesorios de maquillaje.

4. Sebring CitiCar

Sebring Citicar, coche eléctrico de los años 70 que tenía una velocidad punta de 65 kilómetros hora.
Sebring Citicar, coche eléctrico de los años 70 que tenía una velocidad punta de 65 kilómetros hora.

Olvidado seguramente con razón, este fue el primer coche eléctrico producido en tiempos recientes (1975), es decir, después del boom -igualmente poco conocido- de este tipo de vehículos a comienzos del siglo XX.

El CitiCar se adelantó incluso al famoso EV-1 de General Motors, pero por lo demás no destacaba ni por su estética ni por sus prestaciones: los 3,5 caballos de su primera versión eran prácticamente los de un cortador de césped y no pasaba de los 65 km/h de velocidad máxima. La autonomía, de 65 kilómetros, no estaba mal en su momento.

5. Simca Fulgur

Simca Fulgur, un modelo que no llegó a fabricarse y que iba a ir equipado con un minireactor nuclear de uranio que le daría 5.000 kilómetros de autonomía.

La alocada carrera atómica en que se enredaron Estados Unidos y la Unión Soviética a mediados del siglo XX desembocó en el no menos demencial coche nuclear. Ford golpeó primero con un modelo, llamado de forma muy conveniente Nucleon, que se movería teóricamente por medio de una reacción en cadena controlada de fisión nuclear en la que se empleaba como combustible uranio enriquecido.

El simpático Fulgur de la fotografía prometía 5.000 kilómetros de autonomía con una sola carga de uranio, pero afortunadamente no llegó a fabricarse. Otros aspectos de su tecnología sí tuvieron futuro, entre ellos su sistema de radar delantero para detectar obstáculos en la carretera y los comandos por voz.

6. Cadillac World Thorium Fuel Concept

El World Thorium Fuel Concept, vehículo futurista presentado en 2009 por Cadillac con un motor alimentado por torio. | FOTO: GM

El dislate del coche nuclear se ha mantenido con vida hasta tiempos recientes. En fecha tan tardía como 2009, Cadillac sorprendió en el Salón de los Ángeles con este prototipo cuyo reactor funcionaba con torio, una sustancia radiactiva en principio más segura, barata, abundante y de mayor poder energético que el uranio.

En este caso lo más interesante no era su fuente de energía, sino unas ruedas sin llanta como tal y con un neumático conformado por seis finas cubiertas. Esto hacía posible que cada rueda girara a una velocidad y en un sentido determinados, lo que sobre el papel facilitaba mucho las maniobras de aparcamiento.

7. GM Sunraycer

El GM Sunraycer, alimentado por placas solares y que batió récords de velocidad en carreras de distancia para coches fotovoltaicos | FOTO: GM

En las antípodas de los coches nucleares se sitúan los que recurren a la energía solar -disponible en la naturaleza sin manipulación alguna por parte del hombre- para desplazarse. Pionero en este campo fue este prototipo de 1987 construido para competir en carreras en medio de Australia en las que solo cabía utilizar como combustible la potencia del sol.

Por medio de 7.200 células solares repartidas por toda su carrocería, el Sunraycer alcanzaba una punta de 79 km/h y estableció varios récords de velocidad en los campos de pruebas de la marca en Arizona. Fue una colaboración conjunta entre General Motors, AeroVironment y Hughes Aircraft.

8. Sunswift IV

El Prototipo Sunswift IV obtuvo récords de distancia en 2011, movido solo por placas solares fotovoltaicas.
El Superheterodino, otro de los vehículos de la serie Los autos locos de Hanna-Barbera. | FOTO: Hanna-Barbera

Unos estudiantes australianos tuvieron el honor de batir el récord del Sunraycer al propulsar este vehículo tan parecido -salvando las obvias distancias- al Superheterodino de Los autos locos hasta los 88 km/h en 2011.

El Sunswift llevaba instalados 400 paneles solares y empleaba para moverse tan solo 1.300 vatios, lo mismo que una tostadora. El ejemplo de estos precursores lo han seguido en los últimos tiempos modelos como el Lightyear One y el Sono Sion, además de unidades preparadas de los Toyota Prius PHEV y Hyundai Sonata Hybrid.

9. Nissan Deltawing

El Nissan DeltaWing, que compitió en Le Mans consumiendo la mitad de combustible y neumáticos que el resto de coches. | FOTO: NISSAN

Este desarrollo de 2012 nació con la intención de Nissan de mostrar a sus rivales en Le Mans que un diseño ligero y ultra aerodinámico bastaba para competir de igual a igual, pero haciendo uso de la mitad de la potencia del motor, con lo que era el doble de eficiente en términos de consumo tanto de combustible como de neumáticos.

El Deltawing tenía forma de dardo y llevaba en la parte delantera dos neumáticos muy próximos entre sí y un tren trasero mucho más ancho que el delantero. No ganó ninguna carrera del Mundial de Resistencia, pero demostró lo que pretendía: que podía igualar la velocidad de los demás y reducir al mismo tiempo el número de paradas para repostar.

10. Toyota Setsuna

El Setsuna, vehículo fabricado en madera por Toyota y presentado en la Semana de la Moda de Milán en 2016. | FOTO: Toyoya

Podríamos haber terminado este repaso con algún modelo de hidrógeno, incluso con el controvertido coche movido por agua del inventor extremeño Arturo Estévez Varela -que resultó necesitado para funcionar de unas “pequeñas piedras” que no eran sino boro, cuya reacción con el agua genera igualmente hidrógeno-, pero mejor será hacerlo con este prototipo presentado por Toyota en la Semana del Diseño de Milán de 2016.

El Setsuna (momento, en japonés) da la espalda a tecnologías y a obsolescencias programadas para entonar un canto a la madera y a su natural envejecimiento, pues se ha creado con la pretensión de durar al menos un siglo. Valga también el Setsuna como homenaje al Troncoswagen de Los autos locos y, ya de paso, al Troncomóvil de los hermanos Picapiedra.

El Troncoswagen que aparecía en la serie Los autos locos de Hanna-Barbera
El Troncoswagen que aparecía en la serie Los autos locos de Hanna-Barbera


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