EEUU inicia la era del coche eléctrico

EEUU inicia la era del coche eléctrico

EEUU inicia la era del coche eléctrico

Estados Unidos vive una fiebre social e inversora por el coche eléctrico. Algunas compañías nuevas, que apenas tienen coches sostenibles en el mercado, crecen en Bolsa hasta igualarse a gigantes como General Motors. Los expertos creen que los signos de cambio ya están en marcha, pero que hay también un efecto burbuja


Argemino Barro | Corresponsal en Nueva York
Nueva York | 14 enero, 2022


Cada vez que la camioneta R1T de la marca Rivian aparece en pantalla, los ojos de los inversores y expertos automovilísticos se iluminan, como si pudieran atisbar el futuro: un mundo de coches eléctricos tan poderosos que pueden atravesar un bosque o trepar por las carreteras gélidas de una montaña, como si fueran una representación moderna del espíritu salvaje de Estados Unidos.

Ford invirtió en esta empresa 500 millones de dólares; Amazon, 700 millones, y 2022 puede ser el año en que Rivian se consolide como referencia eléctrica. Y no es la única empresa. Otras automovilísticas, desde startups a grandes compañías tradicionales, tienen previsto desembarcar sus vehículos eléctricos en los concesionarios y demostrarle a la poderosa Tesla que su largo dominio del sector tiene los días contados.

Portón trasero de la camioneta Rivian R1T Quad All Electric, el primer camión eléctrico en llegar al mercado de EEUU y entregado a los clientes. | FOTO: Miro Vrlik Photography

“Creo que estamos en un punto de inflexión”, explica por correo electrónico el Dr. Timothy Johnson, presidente del Programa de Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Duke y experto en el mercado de los vehículos eléctricos. “En el lado tecnológico, los avances en la química y la manufactura de las baterías han bajado los costes (dólares por kilovatios-hora de capacidad), exponencialmente, en la última década, e incrementado la capacidad de almacenamiento (densidad de energía: kilogramo por kilovatios-hora) necesitada para el rango de conducción”.

Según Johnson, la industria se adapta a los cambios del paisaje. “Varias automovilísticas han prometido acabar con la producción de vehículos ligeros con motores de combustión interna en los próximos 15 años”, explica. “Estos movimientos son una respuesta directa al cambio climático y a la necesidad de reducir las emisiones de carbono, futuras prohibiciones de vehículos de combustión interna en lugares como California, y alta eficiencia de los vehículos y menores estándares de emisión, además de una anticipación de la futura demanda del consumo”.

La conferencia CES (Consumer Technology Association), celebrada a principios de año en Las Vegas, actuó de pasarela para los nuevos coches eléctricos de compañías grandes y pequeñas. General Motors presentó la versión eléctrica de su popular camioneta, Silverado, capaz de circular más de 600 kilómetros sin necesidad de recarga. Pero la que será su rival, la camioneta eléctrica F-150 de Ford, llegará primero a las tiendas: esta primavera. La mencionada Rivian iniciará las entregas del R1T en marzo, y también comercializará su SUV (vehículo utilitario deportivo), el R1S.

Un Chevrolet Silverado de Generals Motors cuya versión eléctrica con autonomía de 600 kilómetros acaba de ser presentada. | FOTO: Ringo Chiu

Solo son algunos ejemplos. Chrysler ha anunciado su intención de volverse 100% eléctrica en 2028. Su filial, Stellantis, formada entre Fiat Chrysler y PSA, presentó el Chrysler Airflow, un híbrido de estilos que delineará el futuro de la empresa. “La industria de la automoción está en medio de una profunda transformación”, declaró Carlos Tavares, CEO de Stellantis. “En los próximos 20 años, tenemos una oportunidad para redefinir la movilidad, los coches y cómo los experimentamos”.

«Chrysler ha anunciado su intención de volverse 100% eléctrica en 2028»

El portal especializado Elektrek ha hecho una lista con los modelos eléctricos que saldrán a la venta este año. Un total de 22, por parte de marcas estadounidenses, alemanas, japonesas o coreanas. Una apuesta a la que parecen haberse sumado todas las compañías automovilísticas importantes.

Algunos observadores sospechan, sin embargo, que este futurismo entusiasta puede estar siendo inflado por los gurús, los entendidos y las campañas de marketing de las automovilísticas. De momento, solo un 2,5% de los vehículos que circulan por las carreteras norteamericanas son eléctricos, y existen algunos signos de que podríamos estar delante de una gran burbuja.

¿Es un mercado inflado?

Como apuntaba el periodista económico Andrew Ross Sorkin en noviembre, las acciones de empresas como Rivian o Lucid Group, que fabrica coches eléctricos de lujo, han subido recientemente de forma estratosférica. Todos los inversores quieren un pedazo de esta prometedora industria. Y todo a pesar de que estas startups no solo no han presentado beneficios, sino que, muchas veces, ni siquiera tienen coches circulando por las calles. Lucid, que entregó unos pocos el pasado otoño, vale en Bolsa casi tanto como Ford: una empresa histórica que vendió el año pasado 4,2 millones de coches. Lucid, por el contrario, sueña con vender 20.000 en 2022.

Timothy Johnson es optimista, pero reconoce que aún es pronto para alcanzar conclusiones. “Creo que el jurado aún está reunido, aunque, a medida que la exposición y la familiaridad con los vehículos eléctricos aumenta, sospecho que se volverán una opción más popular en los próximos cinco o 10 años”.

«El portal especializado Elektrek ha hecho una lista con los modelos eléctricos que saldrán a la venta este año. Un total de 22, por parte de marcas estadounidens, esalemanas, japonesas o coreana»

Entre los principales obstáculos, explica, está la recarga, que suele requerir del dueño del vehículo tener su propio garaje o una entrada privada. Otra inquietud es el rango de acción del vehículo, y, otra, el encarecimiento de los costes. “La creciente demanda de muchos de los materiales esenciales que se necesitan para la producción de baterías y motores eléctricos también subirá, globalmente, los precios en el corto plazo, y ralentizará la reducción de los precios de los vehículos eléctricos en relación a sus contrapartes de combustión interna”.

Por otro lado, es un error fijarse solo en el desempeño del vehículo eléctrico en Estados Unidos, un país que atesora una cultura petrolífera e industrial. “La demanda de vehículos eléctricos en China y en varias naciones europeas, por ejemplo, está muy por delante de los Estados Unidos”, continúa Johnson.

Un cargador de coche eléctrico.

«Los motores sin ruido de los coches eléctricos rugen silenciosamente; la carrera ha comenzado»

La alemana Volkswagen ha visto cómo sus ventas totales en China y Hong Kong descendían un 14% el año pasado. En cambio, si miramos solo a sus entregas de coches eléctricos en Oriente, estas se duplicaron. Y Volkswagen espera volver a duplicarlas en 2022, hasta las 140.000 unidades. En total, el parqué automovilístico chino puede crecer un 5% esta año. Los vehículos limpios sumarían, según las predicciones,  la cuarta parte de las ventas.

La política también está en el radar de la industria. En concreto, los planes climáticos del presidente Joe Biden, que apuesta por la proliferación de los vehículos eléctricos para reducir a cero las emisiones netas de carbono antes de 2050. El plan de infraestructura, aprobado en otoño, incluye 5.000 millones de dólares para subvencionar la creación de una red nacional de estaciones de carga, y 2.500 millones más para estimular la innovación en la tecnología eléctrica. El objetivo, a largo plazo, es quintuplicar las estaciones de carga existentes, hasta 500.000, e incitar con subsidios y recortes fiscales la compra de coches eléctricos.

«Solo un 2,5% de los vehículos que circulan por las carreteras norteamericanas son eléctricos»

La Administración ha puesto énfasis en el proyecto, y el propio Biden, poco después de firmar la ley, visitó una fábrica de coches eléctricos de Ford y se dio una vuelta en un Hammer de batería. Una imagen victoriosa, de no ser porque el verdadero plan socio-climático, el llamado Build Back Better, que hubiera inyectado aún más dinero en distintos sectores verdes, pareció recibir el golpe de gracia en Navidad. Se lo dio Joe Manchin, senador demócrata-casi-republicano del estado minero de Virginia Occidental.

Biden quiere reducir a cero las emisiones netas de carbono antes de 2050

“La industria automovilística está ciertamente interesada en las políticas de la Administración Biden, pero creo que la industria seguirá buscando la electrificación si la Administración no tiene éxito con el resto de su agenda en el Congreso”, explica Timothy Johnson. “La ley de infraestructura contiene una financiación significativa para nueva infraestructura de recarga, y la ley Build Back Better, si el Congreso acaba aprobando algo parecido al lenguaje de la ley actual, proveería de dinero adicional para infraestructura, más los subsidios a la compra de vehículos, apoyo a las cadenas de suministro domésticas, y otros elementos que, o bien incrementarían las ventas de vehículos eléctricos, o bien beneficiarían directamente a las automovilísticas”.

Los motores sin ruido de los coches eléctricos rugen silenciosamente; la carrera ha comenzado. Tesla, una empresa que ha multiplicado por 500 su capitalización bursátil en una década, hasta valer tanto como las 10 grandes automovilísticas del planeta juntas, y que domina el 66% del mercado de coches eléctricos, mira desde las alturas el paisaje de una industria cada vez más boyante y competitiva.



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