Una semana más de un noviembre lluvioso pasada por agua que nos vuelve a llamar la atención acerca de la necesidad de agilizar la adaptación de las infraestructuras hídricas para minimizar la exposición a los riesgos por inundación y sequía en el nuevo escenario climático que cada vez más castiga, especialmente ala vertiente mediterránea peninsular con su fuerza.