La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avisado a los países con políticas laxas contra la crisis climática de que la UE podría aplicar gravámenes en la frontera sobre sus productos. Una advertencia que parece dirigida sobre todo a China



La Unión Europea sigue multiplicando los gestos para demostrar su liderazgo en materia climática. Al Green New Deal que ya está en marcha -aunque a la espera de Polonia- y las nuevas prioridades sostenibles del Banco Europeo de Inversiones se puede sumar ahora una nueva política comercial, que grave en las fronteras comunes a los productos de países que no luchen contra la emisión de gases de efecto invernadero. Así lo ha advertido en Davos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que considera que no actuar en el plano comercial supondría aceptar una competencia desleal. Una referencia velada a China y otros grandes contaminantes que no imponen prácticamente restricciones medioambientales a sus industrias.
«No tiene sentido que reduzcamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, si aumentamos la importación de CO2 del exterior», ha advertido la responsable del Ejecutivo europeo en el Foro Económico Mundial. La idea no es nueva: dentro del Green New Deal, el programa con el que se pretende lograr la neutralidad climática en la UE, ya se incluye una medida llamada «mecanismo de ajuste de carbono en la frontera», que ha suscitado algo de polémica por el impacto que podría tener en el comercio internacional. El mecanismo conllevaría la aplicación de gravámenes a las importaciones de productos que requieren grandes cantidades de energía, como el acero, el cemento o el aluminio, y que procedan de países cuyas políticas contra la emergencia climática sean menos exigentes que la europea.
La Comisión asegura que prefiere llegar a acuerdos comerciales, pero advierte también de que no le temblará el pulso a la hora de imponer tasas para proteger a los trabajadores europeos
«Si esto se convierte en una tendencia global, tendremos un terreno de juego equitativo a nivel mundial donde no será necesario un impuesto en la frontera», ha explicado la comisaria, que ha reiterado en varias ocasiones su voluntad de encontrar un marco internacional que haga innecesario este tipo de restricciones comerciales. «Lo que pedimos es justicia a cambio. Tenemos mucho que ofrecer«, ha argumentado Von der Leyen.
La UE es el mercado único más grande del mundo, una de las tres economías más grandes, la mayor fuente y destino de inversión directa extranjera, y posee más de 80 acuerdos de libre comercio y más de 700 acuerdos económicos con socios internacionales. Un músculo comercial que la Comisión Europea quiere aprovechar para imponer mayores restricciones a las emisiones contaminantes también fuera de sus fronteras. Aún asi, von der Leyen aún tiende la mano: «Prefiero alentar a nuestros socios comerciales a trabajar con nosotros con el fin de establecer unas condiciones de juego equitativas a nivel global».
Eficiencia enérgetica sin déficit
Por el Foro Económico Mundial ha pasado también la vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, para defender las políticas sostenibles del nuevo Gobierno de coalición en España. Pero también ha aprovechado para defender la eficiencia energética como vector fundamental de su proyecto y ha avanzado que tanto España como la Comisión Europea entienden que iniciativas como asegurar el acceso masivo a viviendas no deberían computar a efectos de déficit.
«Incluir este tipo de políticas en el cálculo del déficit limita la capacidad de las administraciones«, ha explicado Ribera, que ha acompañado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su segunda visita el Foro de Davos. Para la vicepresidenta, es necesario repensar algunos de los mecanismos más asentados de la política económica si se quiere de verdad impulsar la transición ecológica. «No es posible pensar en la prosperidad ni construir el capitalismo sin las personas que lo componen y sin su realidad física, que es el medio ambiente. Si no se reinventa, el capitalismo quema sus bases fundamentales», ha advertido.
Según el Gobierno, la comunidad internacional, no sólo en Davos, ha recibido «con interés» el énfasis del Gobierno de España en la reducción de desigualdades y una agenda económica con gran contenido social y medio ambiental. Además, la vicepresidenta se ha pronunciado sobre la eliminación progresiva de los subsidios considerados como perniciosos para el medio ambiente. «Las cifras de los últimos diez años no han sido prometedoras», ha aclarado, aunque considera que la situación puede mejorar porque «son cuestiones que cada vez están más en la agenda».
En referencia a la acogida del nuevo Ejecutivo en el Foro, Ribera ha destacado la «extraordinaria imagen positiva» del Ejecutivo de Pedro Sánchez, y ha señalado que ha habido satisfacción «por haber recuperado estabilidad».
