España con 1.639 ciudadanos infectados por el coronavirus y 36 fallecidos ocupa ya el quinto puesto en el ranking de países afectados por este nuevo patógeno, solo por detrás de China, Corea del Sur, Irán e Italia; y sin embargo aún habrá que esperar hasta el jueves para conocer el Plan de Contingencia del Gobierno para mitigar su impacto más allá del ámbito sanitario



España ha duplicado en apenas dos días el número de contagios por el coronavirus COVID-19 que ya ha infectado a 1.639 ciudadanos y ha provocado la muerte de 36 personas.
Si el domingo 8 de marzo nada invitaba a dudar de la seguridad de mantener macro concentraciones, como las movilizaciones por el Día de la Mujer o el acto político de Vox en Vista Alegre, 24 horas después el escenario español ha cambiado totalmente y nos encontramos en una fase de contención reforzada.
Un claro eufemismo para ganar tiempo antes de declarar oficialmente que estamos ya en la fase de mitigación, una vez que se asume que el virus campa a sus aires de español a español sin medidas que lo frenen, al menos hasta que el jueves el ejecutivo pueda presentarnos su plan de contingencia socio económica para amortiguar los daños que las medidas que vienen tendrán en la ciudadanía y en las empresas.
El Gobierno ha anunciado que aprobará el jueves, en un Consejo de Ministros extraordinario, el «plan de choque» de medidas de carácter económico para hacer frente al impacto del coronavirus en empresas y trabajadores, que serán «puntuales, transitorias y proporcionadas al estatus sanitario de cada momento», según indicó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, al término de la reunión del Consejo de Ministros.
La ministra indicó que el Gobierno lleva semanas trabajando en este plan, que se centrará, por un lado, en proteger a las familias que necesiten quedarse en casa para cuidar a sus hijos en las zonas de España donde se han cerrado los colegios (Comunidad de Madrid, Vitoria-Labastida y La Rioja) y, por otro lado, incluirá estímulos económicos en aquellos sectores, como el turismo, que más perjudicados puedan resultar.
En la misma linea, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez por fin compareció, después de participar por vídeo conferencia en la cumbre de jefes de Estado europeos sobre cornavirus para insistir en que lo esencial es transmitir confianza y afrontar esta crisis sanitaria «que tendrá un impacto serio sobre la economía«. Las medidas que Sánchez ha enumerado se concretan en proteger y garantizar el bienestar de las familias españolas en particular de las familias trabajadoras afectadas por el cierre de centros educativos.
Garantizar el suministro de medicamentos y acceso a material sanitario. Medidas para proteger el empleo en sectores que sufren caídas temporales de demanda. Apoyar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas con líneas de crédito. Medidas específicas para el turismo y el transporte.
En ese Consejo europeo la UE ha decidido movilizar 25.000 millones de euros para un fondo que ayude a las pymes a paliar los efectos del coronavirus y al sector sanitario.
La sanidad española a prueba
El 15% de los pacientes con infección por el coronavirus presentan cuadros graves que deben ser atendidos en UCI
Una muestra la hemos visto en el Consejo de ministros, casi monográfico de esta mañana en el que se ha acordado el desarrollo de un nuevo decreto ley para habilitar el suministro de cualquier producto que ayude a contener el virus. Se trata de una medida de carácter preventivo que permitirá activar la compra centralizada de “equipos de protección que no tienen consideración de producto sanitario”, para que ninguna comunidad autónoma, pobre o rica, carezca de recursos.
Y somos capaces, también, de entender que hay que evitar saturar los centros sanitarios y las urgencias, ya que parte de los afectados pueden ser atendidos en ingresos domiciliarios para contener los contagios.
Pero si hace una semana estábamos ante un virus “como la gripe”, que solo es grave en personas mayores con patologías previas y que los contagios estaban todos trazados y controlados, no es de extrañar que cunda el pánico cuando de repente en Madrid, Vitoria, Labastida y La Rioja se conviertan en zonas de contagio intensivo que obligan a adoptar medidas especiales como el cierre de la actividad educativa, entre otras medidas.
La coordinación y la transparencia, ha señalado esta mañana la ministra portavoz María Jesús Montero, son esenciales en esta crisis, pero han quedado enturbiadas por la disparidad de decisiones adoptadas ante el mismo virus.
Madrid, Vitoria y La Rioja cierran colegios, administraciones, recomiendan a las empresas facilitar el teletrabajo, no colapsar los transportes públicos, se cierra el Congreso y el Senado, el Constitucional, hoteles, se cancelan espectáculos, se aplazan exámenes de oposición, y sin embargo, algo tan multitudinario como Las Fallas siguen adelante.
En el caso del Congreso, se ha acordado la suspensión de la actividad parlamentaria de la cámara durante al menos una semana, tras confirmarse que el diputado de Vox, Javier Ortega Smith, ha dado positivo por el Covid-19, después del baño de multitudes de este domingo en Vista Alegre.


No se trata de ser alarmistas pero si transparentes porque solo con la información clara y precisa se genera confianza, una confianza que hoy está en el aire y es lo que ha llevado a los ciudadanos a vaciar los lineales de los supermercados y a realizar compras bunker “por lo que pueda pasar”.
Y lo que pueda pasar ya lo sabemos, aunque no quieran decirlo “para no generar alarma” y eso es lo que más nos alarma. Porque ya hemos visto lo que ha pasado en Italia y cómo progresa la enfermedad con un crecimiento exponencial de contagios que en España va más rápido que en el país de la bota.
Y así las cosas, los niños de Vitoria, Madrid y La Rioja desde mañana en casa, a ser posible lejos de los abuelos, con recomendaciones voluntarias de teletrabajo a las empresas para facilitar la conciliación durante estos 15 días no lectivos.
Instituciones Penitenciarias restringe el acceso a los establecimientos de Madrid, Álava y Logroño. Se suspenden todas las visitas que no se realicen a través de locutorio. Solo se permitirá el acceso al personal laboral o funcionario y al personal extrapenitenciario cuya labor sea imprescindible.
En las zonas de transmisión «significativa» de casos, que el ministro ha fijado como Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida, se van a suspender todas las actividades colectivas en espacios cerrados que tengan una afluencia de más de 1.000 personas.
Los viajes del Imserso van a ser suspendidos durante un mes para evitar los desplazamientos en esta «población más frágil”.
La Bolsa española cae el 3,21% y vuelve a niveles de septiembre de 2012, se prohíben vuelos con Italia y eso sí, se recomienda mucha higiene y lavarse las manos con agua y jabón, que es lo que más daña al virus y no tocarse la cara.
Vamos, normalidad y calma.
Los bulos no ayudan: ni habrá desabastecimiento de alimentos ni la sanidad privada da la espalda al virus
El sector sanitario privado a través de la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), ha desmentido los bulos entorno a la práctica de desviar a la sanidad pública a los pacientes sospechosos de padecer coranavirus y ha afirmado que los procesos patológicos que se generen por el Coronavirus (COVID-19) se tratarán de forma integral, como cualquier otro, en los centros asistenciales de la red sanitaria de titularidad privada.
Además, han destacado la colaboración que se está llevando a cabo con el sector sanitario público y los diferentes servicios de salud pública de las distintas comunidades autónomas, al asumir el abordaje de esta crisis limitando así el colapso que se pudiera producir en la red sanitaria pública derivado de la evolución de este proceso infeccioso.
En cualquier caso, la sanidad de titularidad privada a través de sus representantes tiende la mano a las diferentes administraciones sanitarias para trabajar conjuntamente en el control de esta enfermedad aprovechando todos los recursos disponibles independientemente de su titularidad.
La red hospitalaria privada está haciendo un esfuerzo en beneficio del sistema sanitario global y de la ciudadanía para dar cobertura a esta situación excepcional, mostrando su intensa capacidad de respuesta, y tiene activos todos los protocolos de seguridad con sus profesionales y con sus pacientes para controlar al máximo la propagación de la infección, en colaboración con las autoridades sanitarias.


Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, han insistido en que, gracias a esta estructura, en España existe una tienda de distribución moderna por cada 2.000 habitantes; sumando a la distribución detallista tenemos una tienda por cada 840 consumidores, muy superior a la mayoría de los países europeos.
Por lo tanto, todos los consumidores tienen un establecimiento de distribución muy cerca de sus casas y ello hace que no sea necesario almacenar alimentos en sus domicilios.
La distribución española, en estos momentos, está adaptando su logística para dar un servicio adecuado de alimentación ante la afluencia de clientes que, en tiendas de algunas zonas y en determinados productos, está siendo superior a lo habitual.