La Organización Meteorológica Mundial ha anunciado la creación de un simposio virtual con el objetivo de esclarecer una posible relación entre factores climatológicos y el coronavirus para que podamos blindarnos frente a hipotéticas próximas oleadas



¿Pueden las altas temperaturas repercutir en la transmisión del virus? ¿La contaminación del aire impulsa la expansión del virus? Estas son algunas de las preguntas que la ciencia se ha cuestionado desde la aparición del virus y que ha intentado responder en tiempo récord para ayudar en la lucha contra el coronavirus.
Cabe destacar que las condiciones meteorológicas no fueron los principales artífices del nacimiento de la primera oleada del coronavirus. Sin embargo, dada las conclusiones de diversos estudios y un contexto donde la pandemia va a persistir durante meses, se vuelve imperativo estudiar la relación entre climatología y virus para escudarnos frente a próximas oleadas.
De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) está de acuerdo en que el coronavirus presenta una cierta sensibilidad climática si se atiende a un análisis del esparcimiento del virus.
“La enfermedad se manifestó originalmente en el hemisferio norte a principios y mediados del invierno, en lugares con climas templados, y se propagó al este y al oeste en una banda climática inicialmente bastante estrecha. Si bien puede explicarse atendiendo a la estructura del comercio mundial, no hay que dejar de lado los factores climáticos”, argumenta la OMM.“Algunos países que actualmente enfrentan las mayores cargas de COVID-19 se encuentran en los trópicos y subtrópicos. Pero también hay cada vez más casos en algunos países del hemisferio sur a medida que avanza el invierno. No obstante, aún no se ha determinado si se trata de un fenómeno impulsado por condiciones meteorológicas”, añade la organización internacional.
Por este motivo, la OMM ha anunciado la creación de un simposio virtual con el objetivo de examinar y debatir estudios disponibles que puedan arrojar algo de luz hacia estas cuestiones y para que sirva de inspiración para futuras investigaciones.
En este encuentro, la OMM ha explicado que más de 450 participantes examinarán unas 100 contribuciones sobre el tema aportadas por investigadores de unos 20 países. “Habrá varias presentaciones temáticas, paneles y sesiones de trabajo para comprender la dinámica, las previsiones y proyecciones, y se ofrecerá información práctica”, detalla.
Los resultados de la conferencia, que serán publicados por la revista científica OneHealth, también apoyarán la labor de un equipo de tareas de la Junta de Investigación de la OMM, recientemente establecido para abordar la COVID-19 y los factores climáticos y ambientales, que proporcionará oficialmente dirección científica sobre el tema hasta 2021.
«Es fundamental comprender si los factores meteorológicos, climatológicos y ambientales contribuyen a la propagación de la enfermedad tanto en espacios interiores como al aire libre. La información disponible en este sentido se basa en gran medida de la experiencia con otras enfermedades”, comenta Jürg Luterbacher, director científico y director de Ciencia e Innovación de la OMM.
«Es probable que la COVID-19 persista durante varios años después de la fase inicial de la pandemia. Saber si esta enfermedad se verá influenciada por condiciones meteorológicas y ambientales estacionales, como sucede con muchas otras enfermedades y virus respiratorios, orientará la elaboración de políticas de salud pública y la gestión de la enfermedad en los próximos meses y años», explica por su parte la doctora Joy Shumake-Guillemot, de la Oficina Conjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS)/OMM para el Clima y la Salud.
