Un año más nos despertamos con la misma noticia acerca del avance de los ODS: no se está haciendo lo suficiente para lograr los Objetivos marcados.
Y quiero recalcar la palabra suficiente, pues no debemos pasar por alto los esfuerzos que están realizando empresas, gobiernos y sociedad, cada vez más comprometidos con el desarrollo sostenible: más del 85% de las empresas españolas afirma estar trabajando en la Agenda 2030 y, por primera vez, España cuenta con una Estrategia propia de Desarrollo Sostenible. Dentro y fuera de nuestras fronteras, está produciéndose una avalancha normativa en cambio climático – como la del Pacto Verde Europeo o la Ley española de Cambio Climático y Eficiencia Energética-, la igualdad de género – como el Decreto Ley en materia de igualdad retributiva – y en otros aspectos sociales económicos recogidos en los ODS.
Podemos hablar de un buen momento de la sostenibilidad, pero no podemos pasar por alto que ya hemos consumido la tercera parte del tiempo para lograr los ODS y tenemos tras nosotros metas que ya han vencido, como la que se refería a detener la pérdida de la biodiversidad y los 10 millones de hectáreas de bosque que se perdieron cada año entre 2015 y 2020, la cual expiró el pasado año.
«Las decisiones y acciones que se tomen durante los próximos 18 meses serán determinantes»
En este sentido, es cierto que la pandemia ha provocado estragos en áreas como la pobreza, la igualdad de género, la educación o el trabajo decente, pero no es la responsable única del ritmo lento al que avanzamos. Ya antes del estallido de la COVID-19 se registraba una desaceleración en cuanto al cumplimiento de los Objetivos. Es por ello que debemos reflexionar sobre qué estamos haciendo mal y qué podríamos hacer mejor.
De hecho, según el informe del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021, este ejercicio es clave, pues las decisiones y acciones que se tomen durante los próximos 18 meses determinarán si los planes de recuperación ante la pandemia encaminarán al mundo hacia la consecución de la Agenda 2030 o por, el contrario, nos dirigirán a un punto de no retorno.
Desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España somos conscientes de que uno de los puntos a superar es trabajar de manera individual para pasar a apostar por las alianzas; hacerlo con acciones aisladas en vez de con un plan estructurado que cuente con objetivos e indicadores de cumplimiento. Es decir, actuar en conjunto, mediante alianzas multiactor, y hacerlo de forma estructurada y con una mayor ambición. Esta manera de afrontar los desafíos de la sostenibilidad hará que demos pasos de gigante, no de hormiga, acelerando en la carrera hacia las 169 metas. Multiplicar nuestro impacto aprovechando los esfuerzos y acciones pasa por la colaboración a todos los niveles.
«Las empresas españolas han demostrado una vez más no sólo que se comprometen con un futuro sostenible, sino que actúan para lograrlo»
En este aspecto, como la mayor iniciativa de sostenibilidad empresarial del mundo, en Pacto Mundial hemos lanzado en los últimos años varios programas de aceleración que fomentan esta metodología de trabajo, reuniendo a empresas de todos los sectores, actores de Naciones Unidas y expertos internacionales y locales. En concreto, se trata de tres programas que ponen el foco en los retos más acuciantes de nuestro tiempo: Target Gender Equality, que tiene por objetivo aumentar el liderazgo de las mujeres en las empresas en línea con la meta 5.5 del ODS 5 sobre igualdad de género y en el que han participado más de 800 entidades; Climate Ambition Accelerator, que cuenta ya con más de 450 empresas en todo el mundo, 76 de ellas españolas, y está enfocado en la reducción de emisiones como clave de la lucha contra el cambio climático; y SDG Ambition, un programa pionero de con una nueva metodología que ha ayudado a las 67 empresas participantes a modificar sus operaciones y gestión en aras de conseguir impacto sustancial sobre los ODS.
En todos ellos, las empresas españolas han sido mayoritarias, demostrando una vez más, no sólo que se comprometen con un futuro sostenible, sino que actúan para lograrlo, buscando para ello la mayor eficiencia en el desempeño de sus actividades. Porque, en efecto, estos programas se caracterizan, además de por fomentar el trabajo en alianza, por ayudar a las empresas a establecer objetivos y planes de acción reales, que les ayuden a avanzar de manera notable y les posicionen como líderes en sostenibilidad.
Nuestra manera de trabajar con ellas es en sí una alianza a favor de los ODS, que esperamos que sirva para que, en los próximos años, despertemos con la noticia del cumplimiento de la Agenda 2030.
