El Día Mundial del Agua nos brinda en particular este año la oportunidad de mirar hacia un recurso esencial como es el agua subterránea, que al ser invisible, habitualmente no es valorado en su importancia real.
Es importante mencionar que, en la región de América Latina y el Caribe, debido en parte a la relativa abundancia del agua superficial, históricamente ha existido un cierto olvido del agua subterránea, aunque con notables excepciones a nivel local. Sin embargo, es un recurso vital y fundamental, ya sea por su relación con el agua superficial, por su relevancia para los ecosistemas, la sociedad, la economía y la cultura. Cabe recordar que en la región se encuentran los mayores sistemas de acuíferos transfronterizos del planeta, Amazonas y el Guaraní. El Día Mundial del Agua de este año, bajo el lema de las Aguas Subterráneas: hacer visible el invisible tiene gran relevancia en la región.
El Programa Hidrológico Intergubernamental de la UNESCO en América Latina y el Caribe (PHI-LAC) trabaja para apoyar a los países a fortalecer el conocimiento y capacidades en el área, a través del intercambio de la ciencia entre expertos, y la capacitación a tomadores de decisión y público en general.
Debido a que muchas veces los sistemas de aguas subterráneas atraviesan fronteras nacionales, la cooperación entre países es fundamental.
Como ejemplo, el programa ISARM Américas, llevado adelante por el PHI-LAC en colaboración con la Organización de Estados Americanos, y actualmente coordinado por el Centro Regional para la Gestión de Aguas Subterráneas en América Latina y el Caribe (CeReGAS), convocó a la coordinación de trabajos para la recopilación y sistematización de información en torno al Sistema Acuífero Transfronterizo Península de Yucatán – Candelaria – Hondo, ubicado en México, Guatemala y Belice. Es un sistema de acuíferos con elevada importancia hidrológica, pero también fundamental para la biodiversidad y cultura de la zona.


«Invertir en agua es invertir en la erradicación de la pobreza, del hambre, es apostar por la salud humana»
El objetivo de este estudio en proceso es recopilar toda la información disponible, tanto datos técnicos y condiciones actuales del sistema acuífero, los análisis que ya se han efectuado desde los puntos de vista científico, legal, administrativo y técnico, además de información sobre el estado actual del recurso (usos del agua y descargas de agua residuales, calidad del agua, marco legal y normativo) en los tres países.
Se destaca también la nueva edición del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, coordinado por el Programa Mundial de la UNESCO de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP), que cuenta con un capítulo dedicado a América Latina y Caribe, desarrollado por la CEPAL, el PHI y CEREGAS.
El valor del agua
Como tuve oportunidad de destacar en estas mismas páginas hace meses, el agua tiene una importancia fundamental para la sociedad. Hay que valorar el agua y hay que invertir en ella, no solo a nivel de recursos financieros, sino también a nivel de la sociedad, de conocer mejor el agua, su significado, su importancia vital para todos y para garantizar el futuro que queremos en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Falta obtener información actualizada sobre el agua, sobre cómo las actividades individuales o comunitarias afectan a los recursos hídricos. También se requiere invertir en conocimiento e investigación, identificar éxitos ancestrales y adoptarlos en conjunto con nuevas tecnologías para solucionar algunos de los desafíos que enfrentamos en siglo XXI.
Las inversiones destinadas al agua habitualmente tienen un retorno bastante elevado. Este retorno no solo se da a nivel económico sino de una forma más amplia, porque invertir en agua es invertir en la erradicación de la pobreza, del hambre, es apostar por la salud humana en particular la infantil; es invertir en la educación en la igualdad de género, en toda una serie de temas que son fundamentales para el desarrollo.
Además, el PHI-LAC apuesta por la cultura de la paz, la prevención de conflictos y sinergias como bases fundamentales para el desarrollo sostenible y la conservación de los recursos hídricos.
Miguel Doria es hidrólogo regional del Programa Hidrológico Intergubernamental de la Oficina de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe
