La agricultura produce medio ambiente - EL ÁGORA DIARIO

La agricultura produce medio ambiente

El sector que alimenta al mundo tiene la llave de la solución a la crisis climática. Los suelos agrícolas, grandes sumideros de carbono, han comenzado ya a implementar prácticas sostenibles que tendrán un impacto positivo en el balance final de gases de efecto invernadero. Mientras, se sigue esperando una solución urgente para gestionar los residuos agrarios, el gran quebradero de cabeza del sector


Rocío Pastor Directora General de SIGFITO


La agricultura tiene miedo, eso es una realidad y tiene motivos para ello, porque ha sido vilipendiada y castigada por muchos sectores durante mucho tiempo. Las crisis alimentarias han explotado en los departamentos de comunicación, como bombas nucleares cuyos destrozos han sido difíciles de gestionar, para un sector que tiene como objetivo alimentar al mundo, que no se nos olvide.

Lo que muchos sí olvidan o quizá no saben es que aparte de alimentar el mundo, la agricultura y la ganadería son grandes productoras de medio ambiente. Es cierto que son responsables de casi un 13% de las emisiones de C02, pero al mismo tiempo son parte de la solución.

A principios de este año los Ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica hicieron un hermanamiento histórico en el que ambas instituciones presentaron una serie de medidas ambientales que ya estaban siendo aplicadas en la agricultura y que se recogerían en el ambicioso texto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que no ha llegado a aprobarse y que cayó en la vorágine política de un gobierno en funciones extenuado.

Dos fueron las cosas que me llamaron la atención: una fue la poca repercusión que tuvo el evento celebrado en el Lucernario de Ministerio de Agricultura, y otra las múltiples medidas que desde agricultura y ganadería se presentaron bajo la coordinación del Plan del Ministerio para la Transición Ecológica.

Una cosa quedó clara durante todo el día que duró la jornada, y es que la agricultura, además de tener la gran responsabilidad de alimentar el mundo, al mismo tiempo lo hace produciendo medio ambiente.

¿Qué está haciendo la agricultura para frenar la emergencia climática?

Una práctica fundamental, indicada en las medidas necesarias para la obtención de las ayudas de la PAC es la rotación de cultivos para adaptarlos a la disponibilidad de agua, ajustar las épocas de siembra a las pautas de temperatura y precipitación y utilizar variedades de cultivos más adecuadas a las nuevas condiciones resistentes al calor y a la sequía. Aunque la agricultura es una gran fuente de emisión de CO2, es al mismo tiempo un enorme sumidero y para ello, la conservación de los suelos juega un papel fundamental para poder reducir los gases de efecto invernadero y cumplir con algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados en la Agenda 2030.

Unos de los proyectos en los que España participa de forma activa a través de Ministerio de Agricultura es la iniciativa internacional 4 por 1.000, lanzada por Francia durante la COP 21. La iniciativa muestra que la agricultura, especialmente los suelos agrícolas, pueden desempeñar un papel determinante para la seguridad alimentaria y el cambio climático. Cada año, el 30% de CO2 es recuperado por las plantas gracias a la fotosíntesis. Después, cuando mueren y se descomponen, las bacterias, hongos o gusanos, las transforman en materia orgánica rica en carbono, indispensables para el crecimiento de las plantas.

Los suelos mundiales contienen 2 a 3 veces más carbono que la atmósfera.   Si este nivel de carbono aumentara en un 0,4%, por año, en los primeros 30-40 cm de suelo, el aumento anual de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera se reduciría significativamente.

Para conseguir esto se debe reducir la deforestación y no dejar el suelo desnudo para limitar las pérdidas de carbono, nutrir los suelos con estiércol, restaurar los cultivos, los pastizales, los bosques deteriorados, las zonas áridas y semiáridas de nuestro planeta.  Plantar árboles y legumbres y recolectar el agua abajo de las plantas.

Produciendo biodiversidad también se genera alimento. Según la FAO, las áreas protegidas y los jardines botánicos se han expandido en un 30% y han incrementado la conservación de los parientes silvestres de los cultivos. A nivel mundial, 524 millones de hectáreas de bosques han sido designadas primordialmente para la conservación de la biodiversidad. Y las áreas de montaña albergan el 25% de la biodiversidad terrestre, incluido el acervo de cultivos de importancia mundial como maíz, papas, cebada, sorgo, tomates y manzanas.

La tendencia está clara, produciendo biodiversidad reducimos CO2 y es el objetivo que persigue la agricultura, la producción sostenible.

La ganadería trabaja a destajo en reducir o mejorar los sistemas de almacenamiento de purines en el exterior de las granjas (fosas cerradas o en forma de “U”). Se estima que pueden llegar a reducir en instalaciones existentes: -40% amoniaco y en las nuevas hasta un 80%.

Se mejora la eficiencia productiva de la explotación, controlando los consumos y utilizando piensos de calidad, consiguiendo como resultado menos excrementos y reducción de nitrógeno en los purines.

Esperadas mejoras

La gran asignatura pendiente es la gestión de residuos agrarios, pues salvo ciertas excepciones como son algunos envases agrarios, el resto de residuos tienen una difícil solución.

La gran variedad de residuos que se generan en el ámbito agrario, su dispersión y sobre todo la compleja normativa plantean dificultades a la hora de abordar una gestión colectiva. Por ello, un primer paso a la solución del problema es analizar los flujos existentes, fijar prioridades y no retrasar más la implantación de soluciones cuya viabilidad ya no está cuestionada.

agricultura cambio climaticoEn el caso de los envases, sólo existe regulación obligatoria para los fitosanitarios. Para el resto de los envases agrarios (fertilizantes, bioestimulantes, nutricionales, semillas, etc.) es el agricultor quien tiene la responsabilidad de reciclarlo por su cuenta y contratar él mismo la gestión, salvo que el fabricante los incluya en  SIGFITO voluntariamente, en cuyo caso podrá el agricultor depositarlos en un punto SIGFITO. La nueva Directiva de Envases fija el año 2024 como fecha tope para que los fabricantes de los productos asuman la responsabilidad de la gestión de los envases comerciales e industriales, pero lo que no se entiende es ¿por qué esperar 5 años más si los agricultores tienen un problema con estos envases desde 2002?

Respecto a  otros residuos que ahora son un problema, como son los plásticos de uso agrícola, equipos de protección personal, tuberías, productos obsoletos, residuos orgánicos, purines…si la normativa simplifica trámites y permite agrupar los residuos para mejorar la logística y facilitar su recogida, conseguiremos una gestión sostenible y ambiental en la agricultura.

Con el actual modelo de gestión individual, la solución de recoger residuo a residuo, agricultor por agricultor por todo el territorio nacional, es una aberración medioambiental insostenible que requiere una solución urgente, al igual que el conjunto de medidas que se están proponiendo durante la COP25 de Madrid y en la que la ciudadanía está cada vez más implicada.


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