Océanos en peligro, por Ramón Tamames

Océanos en peligro

Mantenimiento de los océanos, disponibilidades hídricas para consumo humano y posibles conflictos a causa del líquido elemento son para el profesor Tamames las tres claves a afrontar del agua durante el siglo XXI y ante los retos ambientales que afrontamos


Ramón Tamames Catedrático de Estructura Económica. Cátedra Jean Monnet de la UE. De la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas


En mi opinión, tres son los grandes problemas que tenemos con el agua, en términos generales: océanos, disponibilidades hídricas para consumo humano y posibles conflictos a causa del líquido elemento.

Océanos en peligro

Dos tercios de la superficie del globo están amenazados por la contaminación, viéndose los ictiorrecursos continua e intensamente mermados por la sobrepesca. Como lo demuestra el hecho de que las capturas mundiales han pasado de apenas 30 millones de Tm en 1960 a una cota de 100 millones desde el 2010, con un declive inevitable que ya se vislumbra, y que sólo podrá compensarse con la acuicultura, si no hay pronto acuerdos mundiales sobre pesca.

Agua dulce más que demandada

Tanto por cantidad (por el crecimiento de la población y la expansión de las superficies irrigadas), como por calidad, a causa de los vertidos, lixiviación de acuíferos, etc., se están creando situaciones extremas. Así se pone de relieve con la contracción progresiva de algunos de los que en otros tiempos fueron grandes lagos, como el de Aral en Centroasia, o el de Chad en el África saheliana, áreas todas ellas en proceso de desertificación, por abusos de la irrigación no sostenible.

Conflictos parabélicos

Ya existen e irán in crescendo, por el aprovechamiento de grandes ríos como el Tigris y el Éufrates, el Nilo, el Yangtsé, o el Colorado. Sin olvidar al más crítico de todos ellos, el Jordán, objeto de controversia permanente entre israelíes, sirios, palestinos, y jordanos, con el predominio basado en la fuerza de los primeros.

También se aprecian problemas graves en otros cursos fluviales, como el Paraná (Cono Sur de Sudamérica), o en el Murray (Australia). En el primer caso, por la degradación definitiva de El Pantanal, la mayor zona húmeda del mundo; y en el segundo, por la salinización de grandes extensiones de tierras anteriormente feraces y la desaparición virtual del agua en largos tramos por la sobreexplotación de la cuenca.

Que el Día Mundial del Agua nos haga reflexionar y pactar lo más conveniente.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas