El papel de las empresas ante el reto climático - EL ÁGORA DIARIO

El papel de las empresas ante el reto climático

Elvira Carles, directora de la Fundación Privada Empresa & Clima, analiza la nueva situación a la que se enfrenta el sector empresarial mundial en un escenario de crisis climática así como la importancia de la alianza público-privada para responder de manera eficiente a este desafío


Elvira Carles Directora de la Fundación Privada Empresa & Clima


Es imposible pensar en un crecimiento infinito en un planeta finito. Hay que repensar las bases de la economía”, estas fueron las palabras de Teresa Ribera, ministra en funciones de Transición Ecológica de España, durante uno de los numerosos encuentros entre empresarios y políticos que tuvieron lugar entre los pasados 23 y 29 de septiembre en Nueva York. Una semana en la que también Naciones Unidas organizó su encuentro anual de líderes mundiales ­-además de una cumbre específica de acción climática-; sin olvidar las multitudinarias manifestaciones lideradas por jóvenes activistas que discurrieron por la ciudad de los rascacielos.

Desde el punto de vista empresarial, competencia de nuestra fundación, de lo tratado y analizado se obtienen una serie de conclusiones. La primera es que, definitivamente, la relación entre ecología y economía, ya en un escenario actual de emergencia climática, ocupa desde ahora un lugar preeminente en la agenda económica.  El cambio climático ha pasado de temor a urgencia. Para corroborar este argumento un dato de la OCDE que calcula que el calentamiento global provocará una merma del PIB global superior al 2% para mediados de este siglo, una cifra que se multiplica en África, pero sobre todo en Asia.

El esfuerzo debe ser público-privado, fortaleciendo el trabajo en equipo dentro de una economía global

Cómo reaccionar ante este escenario. Para los expertos citados en Nueva York, el esfuerzo debe ser público-privado, fortaleciendo el trabajo en equipo dentro de una economía global. El cambio climático va a forzar a rediseñar los presupuestos públicos; la planificación energética de los Estados deberá ser coherente con la planificación medioambiental y, entre otras medidas, los gobiernos se verán obligados a repensar sus esquemas tributarios para mitigar las externalidades negativas de las actividades más contaminantes.

¿Y para las empresas? El sector privado deberá buscar soluciones individuales y colectivas a las emisiones que generan y también tendrá que ser más transparente en su cuenta de resultados profit y también non profit. Junto a ello, para algunas empresas se abre una gran oportunidad de crecimiento tanto nacional como internacional, con la creación de empleos de calidad y riqueza que ello supone. Deben ser estas empresas las que ofrezcan la tecnología y los servicios ante iniciativas públicas como, por ejemplo, los nuevos Green New Deal, propuestos ya por algunos países. Y en España existen algunas de ellas, tanto grandes multinacionales como pequeñas consultoras, que están dentro de la Fundación Privada Empresa & Clima.

Todo esto debe ser interpretado supranacionalmente. Determinadas regiones que otrora lideraron tecnológicamente, como en su momento lo hizo la Unión Europea en aspectos tecnológicos, pueden volver a hacerlo liderando desde el I+D de proveedores de sistemas de energías renovables. Para ello vuelve a ser necesaria la participación pública; un marco legislativo estable y una apuesta financiera que contemple y entienda el riesgo que suponen estas iniciativas. Unas iniciativas que en el fondo generan un dividendo social, no solo para todas las empresas sino para el resto de la sociedad.



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