“El derecho humano al agua, como todo derecho prestacional, requiere que haya alguien que preste ese servicio para hacerlo efectivo y esos prestadores están inmersos en un cambio de enfoque que les lleva a ver a los usuarios del servicio como ciudadanos titulares de un derecho, al agua en su vertiente de disponibilidad, calidad y accesibilidad”.
Con esta contundencia analizaba para El Ágora Francisco Caamaño, ex-Ministro de Justicia y presidente del Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), el estado del derecho al agua en España y el grado sensibilidad de los prestadores del servicio con los colectivos vulnerables.
Lo ha hecho en la víspera de una jornada sobre “El Derecho al agua en España: la protección de los vulnerables”, que se celebrará online el próximo 20 de abril, para reflexionar sobre el estado del derecho al agua en España y dar a conocer los indicadores de excelencia que permiten medir y evaluar la sensibilidad y el compromiso de los prestadores de servicios de agua urbana y las administraciones locales hacia las personas y los colectivos vulnerables, dentro del marco del Convenio suscrito entre Cáritas y OSUR.
“Si hay un derecho al agua tiene que haber un prestador de servicios”
Según Caamaño, para OSUR, que como Observatorio tiene objeto de medir y evaluar de la manera más objetivable posible los servicios públicos urbanos, “es un orgullo poder contar con Cáritas, que es un gran observador de la realidad en este nuevo enfoque para medir la calidad de los servicios del agua urbana incorporando como elemento o factor de calidad la sensibilidad y protección a los vulnerables”.
Hasta ahora para poder analizar y evaluar el grado de satisfacción de la ciudadanía con los servicios públicos urbanos trabajábamos a través de encuestas, tanto a los usuarios como las empresas, públicas, privadas o mixtas, encargadas del servicio, explica Caamaño.
“Con el convenio que hemos alcanzado con Cáritas podemos objetivar una serie de indicadores para incorporar a nuestra evaluaciones ese compromiso y sensibilidad de las autoridades competentes y gestoras del servicio con los colectivos vulnerables, respecto a los servicios del agua urbana. Porque con el agua no se trata solo de prestar un buen servicio; también hay que prestarlo a todos”.
Para el presidente de OSUR esta protección ha de ser un elemento clave para valorar la prestación de los servicios de agua urbana. “La red y el agua siempre son públicos. El agua es de hecho un bien de dominio público, pero la prestación puede ser pública, privada mixta, y en todos los casos hay que atender, por iniciativa municipal, a los colectivos vulnerables porque hablamos de un derecho universal” y explica que la competencia que ha de ser la administración local quién determine y defina esos colectivos y las medidas de protección a aplicar. Unas medidas que necesariamente ejecutan los operadores del servicio por delegación municipal.
«El agua es de hecho un bien de dominio público, pero la prestación puede ser pública, privada mixta y en todos los casos hay que atender a los colectivos vulnerables»
Caamaño considera que en todas las evaluaciones que ha realizado OSUR sobre los servicios de agua urbana se aprecia una buena valoración por parte de la ciudadanía, ya que tan solo se han detectado disconformidades puntuales en núcleos rurales, asentamientos irregulares, casos muy concretos de fuentes de origen no tratadas, pero en general, en España hay una buena opinión de los servicios de agua urbana.
En este sentido, Caamaño advierte que hay que distinguir la calidad del servicio de la calidad del agua, ya que se entiende que el agua suministrada tiene controlada y previamente garantizada su aptitud para el consumo. “Luego las cualidades organolépticas de las aguas no se pueden homogeneizar porque dependen, más que de cuestiones técnicas, de cuestiones que obedecen a la naturaleza de las fuentes o del propio estado de la red de las que procede el agua en cada municipio”.


España es uno de los países con los controles sobre la calidad del agua potable más estrictos del mundo, van más allá incluso que los que hasta ahora establecía la Unión Europea, por lo que esa seguridad y salubridad está garantizada “dejando al margen las preferencias de olor, sabor o apariencia desigual de unas regiones a otras”.
Vista la vertiente de la calidad hay que abordar la accesibilidad, y en este apartado Caamaño resalta que en España el agua está garantizada en todo el territorio a precios accesibles y razonables, sobre todo si los comparamos con otros países de nuestro entorno.
Lo que sí evidencia el análisis es la gran dispersión tarifaria que existe entre los precios que se pagan en unos municipios y en otros. Para Caamaño una cosa es la igualdad y otra la uniformidad. “La igualdad del acceso al agua en España a nivel municipal está garantizada. Luego la dispersión tarifaria entre municipios obedece a múltiples factores, unos técnicos, otros políticos o recaudatorios. Buscar una homogeneidad tarifaria es complejo por las diferentes realidades del país”, señala.
Insiste en que “la igualdad se predica de quienes están en la misma situación. Lo que sí que tiene que ser general es que las tarifas sean razonables, y que garanticen la accesibilidad a todos los españoles”.
El evento podrá seguirse online, el próximo 20 de abril de 2021, a través del siguiente enlace.