Si algo nos ha demostrado la pandemia de covid-19 es la necesidad de colaboración y de alianzas para avanzar y no dejar a nadie atrás. De la misma manera, ante el cambio climático, el mayor reto al que se enfrenta la humanidad y en una década decisiva para su futuro, si no remamos todos en la misma dirección no podremos lograr el éxito. Y en esta prioridad de encontrar aliados para las ciudades, las administraciones y las personas, los hubs de transformación digital Dinapsis, impulsados por Agbar, se convierten en compañeros perfectos para avanzar en el camino de la sostenibilidad.
Unir conocimiento, personas y tecnología es la clave para un modelo que se ha convertido ya en un referente a nivel nacional e internacional en la gestión del ciclo del agua y la salud ambiental de las ciudades. Los nueve centros Dinapsis permiten escalar y adaptar las soluciones digitales a las necesidades reales de cada territorio, facilitando así una óptima gestión de los recursos. De los retos que nos trae el cambio climático y de cómo puede ayudar Dinapsis a superarlos hemos hablado con Guillermo Pascual, Director de Operaciones y Transformación Digital de Agbar, quien destaca que la lucha contra el cambio climático se decidirá sin duda en las ciudades.
PREGUNTA. – En un contexto de emergencia climática, ¿cuáles son los principales riesgos que impactarán en las ciudades?
RESPUESTA. – Los efectos negativos del cambio climático son cada vez más evidentes y se manifiestan en dos aspectos claves en materia de la gestión del agua. En primer lugar, estamos viviendo un aumento de la frecuencia y la severidad de los eventos extremos, pasamos de sequía a lluvias torrenciales de una manera cada vez más continua. Y en segundo, sufrimos una reducción clara de los recursos tradicionales del agua. Se prevé que en España caiga un 15% la recarga de los acuíferos de aquí a 20 años. Eso va a impactar lógicamente en los recursos naturales que tenemos y va a hacer que haya una apuesta cada vez más clara por la reutilización del agua regenerada.
P. – ¿Cómo pueden las ciudades no sólo adaptarse sino mitigar la exposición a los nuevos riesgos y adaptarse al cambio climático?
R.- Las ciudades, que ocupan solo el 3% de la superficie del planeta, pero producen el 75% de las emisiones y consumen la mayoría de los recursos, son claves en la lucha contra el cambio climático. Tanto las plantas depuradoras como los vertederos deben ser generadores de activos verdes de ‘kilómetro cero’ para la ciudad, centros cuyos recursos se tienen que acabar aprovechando en el propio entorno urbano. Hay que buscar la circularidad, una alianza entre ciudad e industria. Y por otra parte, las ciudades deben convertirse en centros de resiliencia a través de infraestructuras que hagan frente a los eventos extremos. El ejemplo más claro son los Sistemas de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS), como los utilizados en el Parque La Marjal de Alicante. Esta solución basada en la naturaleza es un verdadero pulmón verde de la ciudad, abierto a la ciudadanía, que ante lluvias torrenciales es capaz de absorber el excedente de volumen de agua, evitando la inundación pero también el posible colapso de la propia planta depuradora. Posteriormente, ese volumen de agua es tratado para darle una segunda vida. Lo que está claro es que cada vez harán más falta estas soluciones basadas en la naturaleza que permitan combinar la vida urbana con la la mitigación y adaptación ante eventos extremos.
«Ante la nueva forma de llover las tecnologías clásicas no son suficientes. Entra en juego la transformación digital»
P. – Esta transformación hacia escenarios con más estrés hídrico pero con una nueva forma de llover obliga a optimizar la gestión del agua urbana. ¿Cuáles son las claves de esta gestión?
R. – Es cierto que las infraestructuras hidráulicas están sometidas a cada vez más estrés y a un cambio continuo de condiciones de funcionamiento por los efectos del cambio climático. Aquí es donde entra en juego la transformación digital. Debemos ser capaces de adaptar los procesos con el conocimiento de las personas y la tecnología. La combinación de esos tres elementos es clave para hacer que las redes del ciclo integral del agua se adapten al cambio continuo al que están expuestas. Y esa es precisamente la base de la red de hubs Dinapsis que hemos desplegado a nivel nacional y que contribuyen a mejorar el ciclo integral del agua pero también la salud de las ciudades. Ante la nueva forma de llover las tecnologías clásicas no son suficientes. Son lluvias muy localizadas con una previsión y predicción con una base de dos horas. Necesitamos otras herramientas, como por ejemplo la tecnología radar, para adaptarnos a esta nueva forma de llover. Por tanto la tecnología, junto con las personas y los procesos, forman parte de esa ecuación necesaria para que podamos tener un mejor control de la situación.
P. – Estas herramientas trascienden la gestión del agua y proporcionan más resiliencia a las ciudades pero sobre todo salvan vidas al facilitar la toma de decisiones en casos de emergencia. ¿Cómo funciona Dinapsis en estos casos extremos?
Ante un episodio extremo, desde el hub operativo, a través del control en tiempo real de los datos, facilitamos la toma de decisiones en las propias infraestructuras hidráulicas. Según cómo vayamos gestionando la red de saneamiento podremos atender o derivar problemas que se estén produciendo sobre la propia red basándonos en los datos. Podemos parar el funcionamiento de una planta de agua potable, por ejemplo, si la calidad del agua bruta se está viendo afectada por esa lluvia torrencial o desviar caudales hacia otros puntos si fuera necesario. Todo ello gracias a la tecnología de detección de datos y sensorización que tenemos en esas redes. Pero además Dinapsis se conforma como un centro de datos muy útiles para los gabinetes y centros de coordinación de emergencia que se constituyen en este tipo de situaciones. No solo disponemos de toda la información en tiempo real para controlar la evolución del episodio extremo sino que también, gracias a los modelos que tenemos perfectamente calibrados, podemos prever situaciones de riesgo en determinadas zonas y alertar a la población del peligro con la suficiente antelación para reducir el riesgo sobre las vidas humanas y medios materiales. Además, no solo Dinapsis actúa en el período de crisis sino también antes y después. En el período post crisis analizamos todo lo que ha pasado, revisamos los modelos y los recalibramos si fuera necesario a raíz de los datos que hemos obtenidos. Y en precrisis, atendiendo a la evolución del cambio climático, podemos recalibrar los modelos en base a la información que vayamos obteniendo. Es un proceso de aprendizaje continuo.
«Dinaspsis es un espacio de colaboración abierto donde se atiende a las necesidades del entorno con una visión local pero con una aproximación global»
P. – ¿Cómo se logra trascender de la gestión del agua desde los Dinapsis? ¿Y cómo se canaliza toda la innovación y el desarrollo tecnológico para ponerlo a disposición de los ciudadanos?
Dinapsis es un hub operativo que gestiona el ciclo integral del agua y la salud ambiental de las ciudades pero también es un espacio para la cocreación y las alianzas. Por eso la cercanía con la ciudadanía y las administraciones es fundamental. Es un entorno abierto donde se atiende a las necesidades del entorno con una visión local pero con una aproximación global. Esa ‘glocalidad’ permite que todos los centros estén dirigidos a responder a un necesidad concreta que luego pueden escalarse a otras partes del territorio. En ese hub de cocreación participan ciudadanía, administraciones, universidades, startups y centros tecnológicos de manera activa en la búsqueda de soluciones para la ciudad frente al cambio climático. En definitiva es un modelo de colaboración público-privada abierto en continuo que permite dinamizar este entorno colaborativo para solucionar los problemas del ecosistema urbano. Y en esto, los ciudadanos son clave. Debemos ser capaces de dar un retorno directo a la ciudadanía. Por ejemplo, estamos definiendo un nuevo hub donde no solamente se ofrezca información a la ciudadanía sino que la misma población pueda introducir información o datos que puedan ser relevantes a la hora de toma de decisiones. Ante el contexto de cambio climático toda información aporta, no solo lo que podamos detectar nosotros sino el propio entorno donde se está produciendo el episodio.
Dinapsis, a la vanguardia de la sostenibilidad
Dinapsis es un hub operativo que permite la operación integrada de los servicios de agua y salud ambiental del territorio. Además es una suite de servicios digitales de última generación y tecnologías disruptivas como el IoT, la Inteligencia Artificial, análisis predictivos, realidad virtual o modelización numérica aplicados a la sostenibilidad y la resiliencia de las ciudades. También es un espacio de conocimiento colaborativo que integra procesos, herramientas y personas.
El primer centro Dinapsis se abrió hace cinco años en Benidorm. Desde entonces la red no ha parado de crecer y cuenta también con centros en Barcelona, Madrid, Canarias, Alicante, Región de Murcia, Costa del Sol y, próximamente, en Albacete y Valencia.
P. – ¿Qué aporta Dinapsis a la salud y el progreso del planeta y a la salud de las personas?
En Europa hay una clara apuesta por la transición ecológica de las ciudades y esto acaba derivando en unos compromisos en materia de sosteniblidad, ODS y Agenda 2030. Ante estos compromisos, se hace cada vez más evidente la necesidad de medir los impactos y tener un cuadro de mando que permita controlar los progresos que se están produciendo. Dinapsis puede hacer esta medición. Además estamos volcados en nuestras líneas de salud ambiental en aspectos como calidad de aire, contaminación acústica, estrés por temperatura o control de puntos con alta concentración de polen. Son herramientas vivas que ofrecen información de alta utilidad para los ciudadanos y que nos permiten interaccionar con ellos.
«Nuestro objetivo es ayudar a que nuestros clientes también impacten de manera positiva en los ODS»
P.- ¿Cómo se alinean las soluciones de Dinapsis con los Objetivos de Desarrollo Sotenible?
Trabajar de manera alineada a los ODS está en el ADN de Agbar. Lo hacemos desde cuatro pilares: la mitigación de las causas del cambio climático, la adaptación a sus consecuencias, el fomento de la economía circular a través de la alianza entre industria y ciudad y la apuesta por un modelo de responsabilidad frente al clima. Nuestras soluciones desde Dinapsis están alineadas con nuestra política de ODS y nuestro objetivo es ayudar a que nuestros clientes también impacten de manera positiva en estas metas globales. Y, como no podía ser de otra manera, tenemos como bandera el ODS 6, el acceso universal al agua y al saneamiento, que debemos garantizar en cada momento. Desde cada uno de los hubs de Dinapsis el foco se pone en las metas del ODS6, desde resiliencia hídrica y eficiencia en los usos, hasta circularidad o soluciones basadas en la naturaleza.
P. – ¿Hacia dónde y como está previsto que evolucione Dinapsis?
Nuestra ambición es que a finales de 2022 haya una red de 20 hubs de transformación digital repartidos por toda España, cada uno con su visión local pero a la vez global, que trabajen en red para facilitar las interacciones y, por lo tanto, el crecimiento de soluciones de manera eficiente. También queremos seguir explorando fórmulas, más allá de las tradicionales, de colaboración público-privada, para abrir estos sistemas de innovación a todos y hacer partícipes a las ciudades, a los innovadores y a la población. En definitiva, seguir creciendo como aliados en el reto de conseguir un planeta más sostenible y más resiliente para todos.