Loïc Fauchon: "Sin agua no hay vida, paz y desarrollo"

«Sin agua no hay vida, paz y desarrollo»

Loïc Fauchon

Presidente del Consejo Mundial del Agua

El presidente del Consejo Mundial del Agua, el francés Loïc Fauchon, habla de los retos de la gestión del agua en el planeta en una entrevista desde Dakar, donde se celebra esta semana el 9º Foro Mundial del Agua


María Rodríguez / EFE
Madrid | 22 marzo, 2022

Tiempo de lectura: 4 min



«Sin agua no hay vida, paz y desarrollo», advierte el presidente del Consejo Mundial del Agua, el francés Loïc Fauchon, en una entrevista con Efe en Dakar, donde se celebra esta semana el noveno Foro Mundial del Agua.

Loïc Fauchon, quien ha dedicado más de treinta años a la defensa de este recurso esencial, defiende una revisión de la relación entre el campo y las ciudades y destaca la seguridad hídrica como respuesta global a los retos actuales.

El agua «está mal gestionada» en el planeta, sentencia el presidente, cuya institución -con sede en Marsella (Francia)- organiza junto a Senegal el mayor foro del mundo dedicado al preciado líquido, que tiene lugar desde este lunes hasta el próximo viernes en la capital senegalesa.

Pregunta (P): ¿Qué es lo que más le preocupa respecto al agua?

Respuesta (R): Que está mal gestionada, porque no sabemos cómo afrontar el crecimiento de las ciudades, de las megaciudades y las megalópolis, en el mundo. Es allí donde falta agua, más que en las zonas rurales, aunque no sea una regla absoluta.

Hay que revisar la relación entre lo urbano y lo rural, porque es lo rural lo que protege la naturaleza, «produce agua», entre comillas, y lo que mañana producirá los alimentos que el mundo necesitará.

Por eso hay que dejar de hablar solamente de «smart cities» (ciudades inteligentes), que está muy de moda y no quiere decir nada. Es «smart» (inteligente) la buena relación entre lo urbano y lo rural, una cuestión fundamental en el mundo para los próximos veinte años. Si no somos capaces de detener el éxodo rural en todo el mundo, nos estamos privando de la capacidad de asegurar el agua y de asegurar los alimentos.

P: Son muchos los desafíos que enfrenta el agua. ¿Cuál debería ser el prioritario?

R: Todos. Pero a todos ellos se les llama seguridad hídrica, porque para algunos será el recurso que falta, no llueve lo suficiente; para otros será la contaminación de sus ríos, que no les permite tener agua de buena calidad. Hay un todo que debe ser tratado correctamente.

P: ¿Considera usted que la población mundial está sensibilizada ante estos problemas?

R: No. Y no sólo la población, sino, sobre todo, los dirigentes. Hay otras crisis en el mundo en este momento, por supuesto, y la crisis del agua queda demasiado atrás; por lo que perdemos de vista que el agua es vida, sin agua no hay vida, sin agua no hay paz, sin agua no hay desarrollo.

Por eso queremos sacarlo de debajo de la mesa a lo más alto del montón, para que los líderes políticos lo conviertan en una prioridad, no en discursos, en acciones: aumentar el presupuesto, aprobar más leyes sobre el agua…

P: ¿Llevan los políticos sus compromisos más allá de las palabras?

R: Es como con el clima. Tras la conferencia (climática) de París (2015) pensábamos que se iba a llegar a un gran acuerdo climático, pero ahora vemos que cada uno hace según sus preocupaciones y prioridades.

P: Ante el crecimiento poblacional, ¿cómo debemos abordar la escasez de agua?

R: Se resume en dos cosas: tener más agua disponible y consumir menos y mejor. Cada uno de nosotros se ducha en lugar de bañarse, no dejar correr demasiada agua cuando lava el coche, no cultivar ciertos cultivos porque consumen demasiada agua… Es, sobre todo, el agua en la agricultura la que representa el mayor despilfarro. Y ustedes tienen muchos ejemplos en España.

Hay que actuar en dos frentes, tanto para poder desalar, reciclar las aguas residuales, transferirla de una región a otra, esto es, producir más agua. Y consumir menos, es decir, promulgar normas precisas para la agricultura, pero también para las ciudades, para cada ciudadano.

P: ¿Cuál debe ser el papel del sector privado en la gestión del agua como bien público?

R: El agua es un bien público que pertenece a la humanidad y a cada ciudadano. El recurso en sí no puede ser de propiedad privada, ya sea un ciudadano o una empresa. La gestión del agua, la forma de aportar innovación, tecnología, buena gobernanza o financiación, pueden confiarse al sector privado siempre que el sector público conserve el pleno control del bien. Pero el agua no les pertenece.

P: ¿Existe por parte de algunos actores una presión por la privatización y mercantilización del agua?

R: No existe la privatización del agua en el mundo. Privatizar significa vender los activos. Así que privatizar el agua significa vender los depósitos de agua, vender el lago, la tubería en la tierra, y eso no existe. Hubo un intento en la época de la señora (Margaret) Thatcher (primera ministra británica de 1979 a 1990) en Inglaterra que fue un fracaso lamentable. Desde entonces, toda la propiedad del agua en el mundo es pública.

P: Sí, pero ¿hay actores que quieren poner un precio al agua, como ocurre con el petróleo?

R: No. Hay un ejemplo en Australia, hay un ejemplo en Estados Unidos, eso no presenta una millonésima parte del asunto. Es más bien una cultura anglosajona de querer vender los derechos sobre el agua. No es algo que interese en el mundo. Mucho más importante es la gestión adecuada del agua, pero esta cuestión de los derechos sobre el agua es enteramente marginal.

P: Teniendo presente la importancia del agua para la vida y todos los desafíos pendientes, ¿es usted optimista o pesimista sobre el futuro?

R: Existe el pesimismo de la razón y el optimismo del corazón, como decimos en francés. Pero soy un optimista, de lo contrario no habría luchado por la causa del agua durante los últimos treinta años. En un mundo que se está desarrollando y que se beneficia de tantas innovaciones, ¿cómo podemos imaginar que puede haber gente que no tiene agua ni saneamiento mientras que tiene un ordenador, televisión, acceso a Internet, un coche? No, eso no es posible.

Los líderes mundiales piden más alianzas globales por el agua

Líderes políticos internacionales han pedido en la novena edición del Foro Mundial del Agua, que se celebra esta semana en Dakar, una mayor concertación mundial para solventar los desafíos relacionados con el agua.

«Profundizar en esa cooperación es la razón por la que estamos hoy aquí», declaró en una alocución a través de un vídeo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von Der Leyen, al señalar que el agua dulce no debe ser una fuente de conflicto, sino un símbolo de asociación. «La cooperación transfronteriza en materia de agua es sostenible. Se trata de avanzar en las alianzas. Se trata de la paz y la seguridad. Pero sobre todo, se trata de las personas y de nuestro futuro. No hay mayor necesidad que la de que el mundo trabaje unido», concluyó.

En ese sentido, el jefe de Estado de Senegal y presidente de turno de la Unión Africana (UA), Macky Sall, abogó en su discurso de inauguración por fomentar una gestión concertada de las cuencas transfronterizas para prevenir el riesgo de conflictos. «Este noveno Foro Mundial del Agua nos da la oportunidad de hacer sonar la alarma sobre la gravedad de la situación, para que las cuestiones relacionadas con el agua sigan estando en el centro de la agenda internacional«. «Creo que ha llegado el momento de que un organismo como el G20 preste atención a las cuestiones relacionadas con el agua» y, «teniendo en cuenta lo que está en juego a nivel mundial en estas cuestiones y muchas otras preocupaciones globales, creo que es necesario que el G20 amplíe su composición», señaló Sall, al proponer a la UA como miembro del grupo.

Inauguración de la novena edición del Foro Mundial del Agua que se celebra en Dakar entre 21 y el 26 de marzo de 2022. | Foto: EFE/ María Rodríguez

Por su parte, el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, señaló que «ahora más que nunca, el mundo necesita más paz y más desarrollo. Las tendencias recientes de estos dos imperativos son descorazonadoras. Vemos un aumento sin precedentes de los conflictos y la violencia aquí en el continente africano, y más recientemente en Europa», declaró Malpass. El presidente del BM indicó que se necesita urgentemente «una acción coordinada en tres frentes para abordar la crisis del agua», a saber, medidas políticas, aumentar la inversión pública y privada, y una mayor participación ciudadana.

En la inauguración intervinieron también el emperador de Japón, Naruhito, -que habló por videoconferencia y cuyo país es uno de los principales donantes del mundo en el dominio del agua- y los presidentes de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani; Guinea-Bisáu, Umaro Sissoco Embaló; Etiopía, Sahle-Work Zewde; y República del Congo, Denis Sassou-Nguesso.

«Ganaremos la batalla del agua con un compromiso colectivo y permanente«, declaró Sassou-Nguesso, quien también acudió a este Foro como presidente de la Comisión del Clima de la cuenca del Congo.



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