Luis Garrote de Marco es catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Es miembro del Grupo de Investigación en Hidroinformática y Gestión del Agua de la UPM. Ha sido subdirector de Relaciones Internacionales de la ETSI Caminos. Es autor/coautor de 42 publicaciones en revistas indexadas y de más de 100 ponencias en congresos nacionales e internacionales. Ha dirigido y colaborado en 29 proyectos de investigación subvencionados en convocatorias públicas y en 30 convenios de investigación con distintas administraciones públicas y empresas.
Sus contribuciones académicas y científicas a la planificación y gestión de recursos hidráulicos incluyen: desarrollo de modelos hidrológicos, previsión de crecidas en tiempo real, gestión de embalses y sistemas de ayuda a la toma de decisiones. Tiene experiencia profesional en el campo de la gestión de recursos hídricos mediante colaboraciones con la Administración española y el sector privado en materia de planificación hidrológica, diseño y explotación de estructuras hidráulicas, normas de explotación y seguridad de presas, aprovechamientos hidroeléctricos y gestión del riesgo de sequía y de inundación.
Garrote participará en el Congreso Nacional del Agua como ponente en la mesa dedicada a “Caudales ecológicos. Revisión y contraste de propuestas en la planificación hidrológica española”.


Pregunta. – ¿La planificación hidrográfica española está bien diseñada para afrontar el cambio climático?
Respuesta. – Pienso que sí. El Libro Blanco del Agua (MMA 2000) ya planteaba en el año 2000 la conveniencia de incluir el cambio climático en los procesos de planificación hidrológica, por su influencia tanto sobre las aportaciones como sobre las demandas de agua. La Instrucción de Planificación Hidrológica establece que se debe evaluar el posible efecto del cambio climático sobre los recursos hídricos naturales. El Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, elaboró dos informes sucesivos sobre proyecciones de recursos hídricos. De cara al próximo ciclo de planificación, 2022-2027, se han realizado análisis en escenarios de cambio climático en todas las demarcaciones a partir de los resultados del último estudio del CEDEX. Todo esto indica que estamos en marcha y en la buena dirección. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, en especial para poder incorporar los resultados de los análisis técnicos a los procesos de toma de decisión.
P. – ¿Considera que está justificado el recorte del Trasvase Tajo-Segura atendiendo a la necesidad de más caudales ecológicos?
R. – Pienso que, teniendo en cuenta la trascendencia del Trasvase Tajo-Segura, no se ha justificado adecuadamente el incremento del caudal ecológico en el tramo Bolarque-Aranjuez del río Tajo. El caudal mínimo vigente desde 1980 encaja dentro del rango de resultados que proporcionan los métodos establecidos en la Instrucción de Planificación Hidrológica para el cálculo de caudal ecológico mínimo. Por tanto, desde el punto de vista legal, no sería necesario modificarlo. Desde el punto de vista técnico, no se ha indicado qué aspectos del posible deterioro ecológico del tramo de río son atribuibles al caudal mínimo que ha estado circulando, ni se han estimado las mejoras del estado ecológico que se conseguirían con el incremento del caudal mínimo. Finalmente, tampoco hay justificación desde el punto de vista económico. La Instrucción de Planificación establece que los planes hidrológicos deben incluir un análisis de la repercusión del establecimiento del régimen de caudales ecológicos en los usos del agua existentes. Este estudio, si se ha realizado, no se ha incluido en el Plan Hidrológico del Tajo.


P. – ¿Los estudios sobre el impacto en las dos cuencas de la disminución de transferencia son suficientemente concluyentes para avalar la decisión?
R. – Yo sólo conozco el Plan Hidrológico del Tajo; desconozco lo que indica el Plan Hidrológico del Segura. En el Plan del Tajo no se ha incluido ningún estudio específico, ni sobre los efectos positivos ni sobre los negativos. Simplemente, en el Esquema Provisional de Temas Importantes, se manifestaba que los caudales ecológicos propuestos no resultaban inasumibles económica o técnicamente, por lo que no era necesario contemplar alternativas.
P. – ¿Los caudales ecológicos marcados para el Trasvase Tajo-Segura cumplen con los planteamientos de la planificación hidrológica?
R.: La planificación hidrológica, tal y como se establece en la Ley de Aguas y se desarrolla en el Reglamento de Planificación Hidrológica, contempla principios generales, por lo que hay un abanico muy amplio de soluciones que se pueden adoptar para resolver los problemas existentes. En este caso, se trata de un conflicto entre los dos primeros objetivos de la planificación: la consecución del buen estado ecológico de las aguas y la satisfacción de las demandas. La solución adoptada pone énfasis en el primer objetivo, ignorando el segundo. No puede decirse que esté fuera de los planteamientos de la planificación, pero pienso que habría sido mejor buscar soluciones que armonizaran los dos objetivos.
P. – ¿La metodología utilizada en este caso para calcular el caudal ambiental es la más acertada?
R.: El cálculo del caudal ecológico se ha realizado mediante métodos de simulación de hábitat. Este procedimiento, sin ser perfecto, es el más adecuado de los que se incluyen en la Instrucción de Planificación Hidrológica. Sin embargo, los resultados obtenidos están condicionados por los datos empleados y los criterios elegidos para su aplicación. Nosotros hemos realizado cálculos, aplicando la misma metodología, que llegan a valores inferiores para el caudal ecológico mínimo.
P. – ¿La reducción de transferencia va a tener repercusiones económicas, sociales y medioambientales?
R.: Indudablemente. El caudal ecológico tiene una relación directa sobre los excedentes trasvasables. Aunque no es un tema que haya estudiado personalmente, para mí resulta evidente que la reducción de la transferencia tendrá una enorme repercusión negativa desde el punto de vista económico, social y ambiental en las cuencas receptoras. Lo que no resulta tan evidente son las posibles repercusiones positivas sobre la cuenca cedente que pudieran compensar esos efectos negativos.
«Las próximas décadas no serán fáciles, pero hay razones para el optimismo, porque lo realizado hasta ahora es notable»
P. – ¿Cómo se puede solventar el déficit hídrico estructural del Sureste de España en este nuevo escenario?
R. – Creo que debemos reforzar las virtudes que nos han hecho fuertes a lo largo del tiempo. La historia de la gestión del agua en España está íntimamente ligada a la lucha contra la escasez y el déficit hídrico. A lo largo del tiempo han ido apareciendo diferentes problemas, que se han afrontado con decisión y, hasta ahora, se han ido resolviendo con un gran esfuerzo de todos, tanto de las administraciones como de los usuarios. Pienso que la solución es continuar por esa línea de colaboración y que la clave será la adaptación. Habrá que adaptarse a la situación que haya en cada momento, fomentando, como se ha hecho hasta ahora, la eficiencia en el uso del agua y el desarrollo de los recursos no convencionales. Sin embargo, también hay que tener presente que los recursos naturales no sólo no son infinitos, sino que se han ido reduciendo apreciablemente a lo largo del tiempo. Las próximas décadas no serán fáciles, pero hay razones para el optimismo, porque lo realizado hasta ahora es notable.
P. – ¿Cuál será el papel del trasvase Tajo-Segura en el futuro de los regadíos?
R. – Hace unos meses se celebró una jornada para conmemorar el 40 aniversario del Trasvase Tajo-Segura y allí dije que el futuro del Trasvase dependerá de las circunstancias hidrológicas y de la voluntad de sus gestores. Desde los orígenes de la actuación, el Trasvase se ha vinculado a los excedentes de la cuenca del Tajo. Si en la cuenca del Tajo se mantienen las aportaciones naturales, se trabaja en mejorar la eficiencia en el uso del agua y analizan con cuidado las necesidades de caudal ecológico, los excedentes se pueden mantener en el futuro sin limitar el desarrollo potencial de la cuenca del Tajo. Sin embargo, si las aportaciones naturales continúan disminuyendo, no se mejora la eficiencia en el uso del agua y se siguen incrementando los caudales ecológicos, no habrá disponibilidad de excedentes para el regadío.
P. – ¿Qué va a aportar la inteligencia artificial a la planificación hidrológica de España?
R. – La inteligencia artificial es una denominación colectiva de un conjunto de procedimientos de análisis que pueden resultar muy efectivos en determinadas situaciones. Obviamente, tienen campo de aplicación en la planificación hidrológica, y en otras muchas disciplinas, como herramientas auxiliares para la toma de decisiones. No obstante, pienso que, de momento, es mejor depender de la inteligencia humana para actividades tan complejas y con tantos matices como la planificación hidrológica.
