De la misma manera que a mediados del siglo XIX Sabadell se convirtiera en protagonista del desarrollo industrial de Cataluña, erigiéndose en la “meca” de la producción textil contemporánea, hoy, la capital de la comarca del Vallés Occidental, vuelve a abanderar la revolución, sostenible, en este caso, con el ciclo del agua como palanca tractora de su transformación en una ciudad verde, circular, digital y justa.
Con este propósito y llena de orgullo la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, que gestiona nada menos que 216.000 habitantes, comparte con El Ágora las claves de esta gran transformación de su ciudad al amparo de los fondos Next Generation, con el agua como eje conductor y de la mano de la colaboración público-privada para facilitar que el talento, la tecnología y el conocimiento puedan ponerse al servicio de la ciudadanía.
Farrés tiene claro el objetivo y el lugar al que pretende elevar a Sabadell y a sus conciudadanos que es “a transitar hacia un municipio verde, digital, justo y sostenible por un camino en el que no dejamos a nadie atrás, al tiempo que somos más respetuosos con el planeta”.
La alcaldesa ha sabido ver en esta necesaria transición una oportunidad para Sabadell, impulsada por los fondos europeos para la transformación y la resiliencia de la recuperación post pandemia, en la que el agua se ha convertido en el elemento esencial de transversalidad en el que la circularidad es la clave del desarrollo.
Y sobre este concepto, nace el proyecto Biotop de Sabadell como un Pacto Social de la ciudad, un ambicioso proyecto disruptivo de transformación de las dos depuradoras de la ciudad y de las instalaciones del ciclo del agua en espacios que generen vida, que fomenten la economía circular y que mejoren la calidad de vida de los sabadellenses.
Un proyecto transformador para una ciudad circular: Biotop
Biotop: 10 iniciativas, 28 proyectos
El Ayuntamiento de Sabadell y la compañía de aguas Aigües Sabadell -empresa mixta participada por el propio Ayuntamiento y Agbar como socio privado-, han trabajado conjuntamente para definir 10 iniciativas y 28 proyectos estructurados en tres ejes principales: regeneración, sostenibilidad y ciudad verde; tarifa social, talento verde y creación de empleo, y eficiencia digital.
La totalidad de los proyectos conllevan una inversión aproximada de unos 120 millones de euros.
Destacan proyectos relacionados con la eficiencia energética y la revalorización de residuos.
El diseño del Biotop busca alcanzar importantes indicadores para la reconstrucción verde con 10.895 toneladas de CO2 evitadas / año, la recuperación de 3 hm3 de agua potable al año, la reducción de un 80% de residuos propios y la autogeneración de 19.500 MWh anuales, pero también sociales, sin dejar a nadie atrás, con la creación de 15 nuevos puestos de trabajo de empleo verde directos y 1.000 indirectos, la constitución de tarifas sociales y sostenibles, la recuperación de espacios verdes para la ciudad o la creación de un Biocentro donde sensibilizar más de 5.000 personas al año.
Proyectos presupuestados en 120 millones de euros
En este sentido, está prevista la construcción de una Bioestación, a la salida de la EDAR del Riu Sec distribuidora de varias energías limpias para la movilidad sostenible (energía eléctrica, GNC y hidrógeno verde) generadas en la propia instalación, todo un referente en Europa por la variedad de los recursos que distribuye.
El fomento de nuevo empleo, «green jobs», derivado de los proyectos a implantar o el fomento del talento verde es uno de los vectores del proyecto.
La transformación y digitalización del ciclo del agua tiene también un peso muy relevante en el conjunto de los proyectos e implantará una red de comunicaciones que permitirá recoger información de las diferentes infraestructuras.
Farrés destaca la circularidad como la clave de este proyecto tractor, “no solo vamos a lograr mejorar la imagen social de instalaciones percibidas como grises por los vecinos, sino que convertimos las dos depuradoras que tenemos en espacios de vida y fuente de recursos a disposición de la ciudadanía, en los que les devolvemos en forma de aguas regeneradas y energía renovable sobrante lo que hasta ahora eran residuos”.
Un recurso energético para los ciudadanos
Además, Biotop trasciende a otras áreas sociales como la salud, Farrés explica “como el conocimiento y la tecnología aplicada al control sanitario de las aguas residuales han permitido a las autoridades sanitarias y a los propios responsables municipales contar con información en tiempo real- un aspecto que recalca varias veces a lo largo de la entrevista- para anticiparse a la evolución de la pandemia y facilitar la toma de decisiones. Un aspecto que vamos a continuar incorporando al proyecto la creación de un Centro de Alerta de la Salud junto con el Hospital Universitari Parc Taulí , que busca la detección precoz de virus o bacterias que pueden alterar nuestra salud mediante el estudio de las aguas residuales“
Para llevarlo a cabo la responsable local afirma haber tenido que hacer “ingeniería financiera, un croquis presupuestario porque la mayoría de las partidas de ayuda y subvenciones para desarrollar estos proyectos de transición ecológica no cubren el cien por cien de la inversión necesaria sino el 80% y por eso lo primero que hicimos fue sacar los proyectos de transición ecológica que ya teníamos presupuestados con fondos propios para pasarlos a Next Generation y liberar esas partidas del 20% para otras iniciativas”
Un “croquis financiero” para optimizar los Next Generation
Para la alcaldesa de Sabadell, el Biotop es un ejemplo pionero de aplicación de las directivas marco europeas del agua y de economía circular, completamente alineado con la contribución de la Agenda 2030 y los Objetivos de desarrollo sostenible.
Hechos que le han valido para ser reconocido por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas como ejemplo de buena práctica en circularidad. Un modelo para pasar de depuradoras a ‘bioinstalaciones’ que generen vida, similar al concepto de biofactoría que ya recibió un reconocimiento mundial con el premio Momentum for Change de la Organización de las Naciones Unidas en el marco de la COP24 en 2018 por la biofactoría chilena Gran Santiago operada por Aguas Andinas, del grupo Agbar.
Un ejemplo de desarrollo en el que Farrés “ve el futuro y que es un claro ejemplo de lo que queremos y de lo que tiene que ser. Estamos muy contentos en volver a ser un referente, como siempre hemos sido como cuidad pionera en la materia, que nos permite estar en la élite de los proyectos de agua y un claro modelo de colaboración público-privada con la empresa de aguas Aigües Sabadell y otras instituciones que nos ayudan a hacerlo realidad”
“El talento, añade Marta Farés, esta en la empresa privada, ellos tienen el conocimiento, la tecnología y nuestro papel es el de facilitar y acompañar a la empresa para no obstaculizar las ganas de llevar a cabo estas iniciativas y para ponerlas al servicio de la sociedad”.
«El talento está en la empresa privada»
De hecho, insiste Farrés, fruto de esta colaboración público-privada Sabadell ha logrado mantener sus consumos de agua en unos ratios más que sostenibles, en torno a los 100 litros por habitante al día. “Esta cifra se debe por un lado a las campañas de concienciación y educación que desde Aigües Sabadell se han desarrollado en connivencia con la comunidad educativa, además de un excelente servicio de atención al cliente y un exhaustivo e innovador control de las fugas en la red de abastecimiento. Un aspecto en el que nuevamente hemos ido de la mano la empresa gestora del ciclo urbano urbano del agua y el Ayuntamiento”.
Y aquí, añade,” hemos contado también con el compromiso del tejido industrial que ha visto una alternativa sostenible en el uso de aguas regeneradas”.
Pero más allá de lo ambiental, «de nada sirven los avances si no somo capaces de no dejar a nadie atrás. Y en este aspecto,” nuevamente con el impulso de la colaboración público-privada hemos dispuesto un Fondo Social, dotado con 260.000 euros, de los que 100.000 pone el consistorio y 160.000 Aigües de Sabadell para garantizar a todos los colectivos y personas en situación de vulnerabilidad el acceso a este servicio básico que es el agua potable, asumiendo el pago de las facturas cuando es necesario”.
Un Fondo Social público-privado de 260.000 euros para colectivos vulnerables
Biotop, insiste la alcaldesa, ha nacido con vocación de crecer, «tanto en lo ambiental, por ejemplo en la contaminación del aire, como en el agua, no hay fronteras, hay que hacer de los objetivos una lucha compartida y todos debemos remar en ese sentido compartiendo modelos de éxito como es el caso», aludiendo al liderazgo que ejerce como capital del segundo cinturón del área metropolitana de la ciudad condal.
El agua es un bien que hay que preservar. “Es vida y para Sabadell también, es un recurso escaso y tenemos que hacerlo sostenible, concienciar, poner toda la tecnología al servicio ciudadano para que sea un servicio más sostenible, justo y verde”.
“Es agua es vida, tiene un valor indispensable del que dependemos mucho más de lo percibimos y tenemos que hacerlo sostenible y lograr que no se acabe y que sea justo para las personas y respetuoso con el planeta”, concluye Farrés.
